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Las ocurrencias y la falta oficio han alejado al país de los grandes reacomodos, afirma

Sin rumbo, la política exterior de México en los sexenios panistas: Jorge Montaño

Se debe pactar con EU y Centroamérica, entre otros, en el problema del crimen organizado

 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de octubre de 2012, p. 13

Después de dos sexenios de gobiernos panistas, caracterizados por una política exterior sin rumbo, la ubicación de México en el mundo se ha erosionado, afirma el embajador Jorge Montaño, tras advertir que entre 2000 y 2012, las ocurrencias y la improvisación en la materia, así como la falta de oficio al más alto nivel, han alejado al país de los grandes reacomodos que han tenido lugar en estos 12 años.

En entrevista, el ex embajador de México en Estados Unidos y ante la Organización de las Naciones Unidas enfatiza que la imagen del país se ha deteriorado a consecuencia de los problemas de seguridad que enfrenta México, además de que en los pasados dos sexenios se generaron conflictos sin precedente en la historia de la diplomacia mexicana, con naciones de América Latina con las que tradicionalmente se han mantenido relaciones de cooperación.

La opinión del diplomático respecto del letargo y los rezagos acumulados en las administraciones panistas no es nuevo. En meses recientes también los ha socializado a través de diversas publicaciones, en las cuales ha destacado la innecesaria tensión a la que se ha llevado la relación con Estados Unidos o la pérdida de oportunidades para ampliar las opciones de intercambio con los países de Europa y Asia, como señaló también en entrevista con La Jornada Emilio Lozoya Austin, responsable del sector en el equipo de transición del presidente electo, Enrique Peña Nieto.

Duro crítico del término enchilada completa, con la que en el sexenio de Vicente Fox el entonces canciller Jorge Castañeda definió una reforma migratoria con Estados Unidos, Jorge Montaño conviene en que debe entenderse que dicha reforma depende exclusivamente de la decisión de aquel país, y que a México le corresponde, en el contexto de una diplomacia responsable, promover mecanismos de cooperación con el gobierno estadunidense, como programas de movilidad laboral temporal, mejorar las prácticas comerciales, aduaneras, transferencia de tecnología e inversión extranjera directa con mejores garantías de seguridad jurídica, además de impulsar proyectos públicos, privados y mixtos de infraestructura, entre otros.

Destacó la necesidad de estrechar las relaciones con connacionales en aquel lado de la frontera y hacer respetar sus derechos humanos. De hecho, trascendió que el equipo de transición del presidente electo planea una gira a California y posiblemente a otras regiones de Estados Unidos, para reunirse con comunidades de mexicanos radicados allá.

Respecto de la relación con aquel país, Montaño destacó que uno de los primeros pasos será crear mecanismos bilaterales y multilaterales que atiendan el problema común del crimen organizado, que abarque no sólo a México y Estados Unidos, sino que incluyan a Canadá, Centroamérica, el Caribe, Colombia y Perú, entre otros.

Cabe destacar que después de expresar este concepto, representantes de México y Colombia, entre otros, elevaron a las Naciones Unidas el planteamiento hecho por los presidentes de la región para que ese organismo encabece una reflexión sobre la lucha contra el crimen organizado.

Montaño consideró además que se debe profundizar en el diseño de fórmulas para medir los resultados de la Iniciativa Mérida, mediante la cual México recibe de Estados Unidos recursos económicos y logísticos para la lucha contra el crimen organizado.

Además de fortalecer el esfuerzo para sancionar el lavado de dinero, el tráfico de armas y precursores químicos, entre otros.