Sociedad y Justicia
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Pide en la homilía dominical desterrar el machismo social

Se pronuncia Rivera Carrera por un sano feminismo y en defensa de la vida
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de julio de 2012, p. 46

El cardenal Norberto Rivera Carrera se pronunció por la igualdad entre hombres y mujeres, por un sano feminismo y por desterrar el machismo social y eclesial e integrar a las mujeres “a todas las tareas de la sociedad y de la Iglesia católica.

Lejos de un machismo social y eclesial, seamos sanamente feministas, como Dios nuestro padre y su hijo Jesucristo, luchando por la incorporación de la mujer a todas las tareas de la iglesia y de la sociedad, precisó durante su homilía dominical el también arzobispo primado de México.

Asimismo, y en el contexto de la jornada electoral el jerarca resaltó que la labor del cristiano es defender la vida.

El cristiano debe estar comprometido con la vida en cualquier situación en que se encuentre. En las circunstancias actuales, donde tantos cultivan y proclaman una cultura de muerte, el cristiano y la Iglesia deben promover la dignidad de la vida humana y defenderla desde su concepción hasta su fin natural, sostuvo.

En la Catedral Metropolitana, criticó que quienes practican un ecologismo chato sólo potencien ciertos aspectos de la existencia humana y llamó a ser plenamente vitalistas y ecologistas, pues dijo que está bien defender ballenas, tortugas, los arrecifes de corales y los mantos acuíferos, pero remarcó que a la par de esto también de debe abogar por la vida del hombre en su integridad desde el seno materno hasta la eternidad.

El cardenal resaltó que hoy es necesario y urgente promover y defender la vida humana en nuestro país por los ataques con que la amenazan sectores de la sociedad y reprochó que inclusive dichas tendencias enarbolan la supresión de la vida humana como bandera de progreso y de lucha social.

Ante esto destacó que el cristiano y la Iglesia no pueden quedarse en una simple denuncia de todo aquello que atente contra la vida y en su defensa del sexo femenino dijo que la iglesia, a ejemplo de Jesús, debe estar cercana a toda mujer, ya que sin ella no se dará la humanización de los procesos transformadores que todos anhelamos.

También criticó que se viva en una sociedad donde con frecuencia la mujer es marginada, su dignidad sometida a múltiples peligros, su integridad es objeto de la violencia, su feminidad es explotada y comercializada y su aportación de su ser propio de mujer no es reconocido para la transformación de la sociedad.

Hizo hincapié en que Jesús era y es un gran amigo de la mujer y que nadie como él ha luchado a favor de la vida y en contra de la muerte.