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Presidente del Senado pide al PDL y a Berlusconi autocrítica

Años de recesión y escándalos dejan por los suelos la confianza en políticos italianos
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de junio de 2012, p. 28

Roma, 10 de junio. Gerry Scotti es un alegre presentador de televisión, conocido en Italia por anunciar una popular marca de arroz, pero el que hace poco se le haya visto como posible primer ministro da una idea de la inestabilidad del sistema político local. Scotti, quien trabaja para el imperio televisivo Mediaset, de Silvio Berlusconi, fue mencionado esta semana por el ex gobernante como un posible líder del Partido de la Libertad (PDL), de centroderecha, traumatizado por su derrota el mes pasado en las elecciones locales ante el cómico Beppe Grillo.

La gran entrada de Grillo sembró algo similar al pánico entre los partidos tradicionales, ya reducidos al papel secundario de prestar apoyo al gobierno tecnócrata del premier Mario Monti. Siempre ha habido una veta muy poderosa de sentimiento antipolítico en Italia y eso está brotando muy fuerte ahora, dijo esta semana en una conferencia Francesco Maietta, responsable de la división de política social del grupo de estudios de Roma Censis.

El Movimiento Cinco Estrellas, de Grillo, que hace unos meses era un diminuto grupo alternativo, se ha convertido en la segunda o tercera fuerza política italiana, gracias a su incansable ataque a los políticos corruptos y derrochadores.

Scotti negó rápidamente cualquier interés en una carrera política, al igual que Roberto Saviano, autor de Gomorra, un libro contra la mafia, y que fue señalado como un posible líder para la izquierda pese a su falta de experiencia política.

Pero según se acercan las elecciones, previstas para 2013, y con la confianza de la opinión pública en los políticos por los suelos tras años de recesión y una serie ininterrumpida de escándalos, todos los grandes partidos luchan por adaptarse al nuevo estado de ánimo.

Los sondeos señalaron enormes pérdidas para la mayoría de los grandes grupos si las elecciones se celebraran ahora, y los líderes de las formaciones han sofocado los signos de revueltas internas contra las cada vez más impopulares medidas de austeridad de Monti.

Un miembro destacado del Partido Demócrata, de centroizquierda, recibió un toque de atención de su formación esta semana tras pedir elecciones anticipadas en otoño, y el propio Berlusconi se ha visto obligado a dar marcha atrás tras sugerir que Italia debería salir de la zona euro, aclarando al día siguiente que sólo bromeaba.

Pero el clima febril casi ha congelado el apoyo político para más reformas, planteando la gran pregunta de qué fuerza política podría tener éxito si Monti cumple su promesa de volver a la vida académica tras las elecciones de 2013.

En una carta abierta publicada el jueves en el diario Il Foglio, el presidente del Senado, Renato Schifani, miembro veterano del PDL, dijo que los partidos tradicionales, en especial el suyo, están pasando por una fase de desorientación aguda. Me pregunto ¿qué será de Italia en seis meses o un año? Pidió a Berlusconi y el resto de los líderes del partido que acepten la profunda autocrítica.

Igualmente, quien espere cambios del movimiento de Grillo, con su gran contingente de jóvenes internautas, podría verse decepcionado. Casi tres semanas después de obtener el poder en la localidad norteña de Parma, el alcalde de Cinco Estrellas, Federico Pizzarotti, aún no ha logrado formar un gobierno local.

La centroderecha en particular ha tenido problemas en la era post Berlusconi, incapaz de escapar del magnate envuelto en escándalos, que quiere seguir siendo el entrenador del equipo aunque no se presente a las elecciones.