La designación de Arnulfo de León Lavenant como nuevo ombudsman de Baja California, confirmada hace un par de días por el Congreso de dicha entidad, fue una imposición del senador priísta Fernando Castro Trenti, quien en su lucha con el grupo de su correligionario Jorge Hank Rhon, ha tomado a la Procuraduría de los Derechos Humanos como botín.

Daniel Solorio, de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, lamentó que en el proceso de designación del nuevo titular del citado organismo, las autoridades hayan elegido a un personaje sin experiencia en la defensa de las garantías individuales.

Fue un proceso burdo de simulación, que Castro Trenti y Hank usan como plataforma de premios y castigos, porque la única virtud de Arnulfo de León es ser abogado, señaló el activista en charla con La Jornada.

El nombramiento del ombudsman, explicó, ocurrió después de dos convocatorias del Congreso: una para analizar la relección del anterior procurador, Heriberto García, que fue rechazada; y otra para elegir de entre un grupo de 14 candidatos más.

“Todo fue muy hermético hasta el viernes en la mañana, cuando se amarró el nombramiento de De León, quien tiene cero experiencia en materia de derechos humanos y apenas hace poco se recibió de abogado. El PRI quiere crear un área social en la procuraduría para hacer ‘trabajo de tierra’, que huele a corporativismo, y el único que se prestó a eso fue Arnulfo”, sostuvo.

Por todo ello, colectivos civiles solicitarán que se reponga el procedimiento de designación, y se realice una consulta pública transparente para definir al nuevo procurador.