Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 6 de mayo de 2012 Num: 896

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Estudio fotográfico…
Leticia Martínez Gallegos

El poeta es sólo otro
Ricardo Venegas entrevista
con Jeremías Marquines

Bruno Traven,
cuentística y humor

Edgar Aguilar

La ley del deseo en la sociedad de consumo
Fabrizio Andreella

Gilberto Bosques, diplomacia y humanismo
José M. Murià

Puebla, Haciendo Historia
Lourdes Galaz

Leer

Columnas:
Prosa-ismos
Orlando Ortiz

Paso a Retirarme
Ana García Bergua

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

La Jornada Virtual
Naief Yehya

A Lápiz
Enrique López Aguilar

Artes Visuales
Germaine Gómez Haro

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
Núm. anteriores
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Litografía de Constantino Escalante, color por Juan G. Puga

Puebla, Haciendo Historia

Lourdes Galaz

Una antigua y descafeinada broma, que se ha transmitido de generación en generación, dice que los mexicanos conmemoramos la victoria del 5 de Mayo pero olvidamos la revancha que los franceses lograron el 6. Nada más falso. El durísimo revés que sufrieron los invasores en Puebla detuvo durante un año el avance de las fuerzas de Napoleón iii hacia Ciudad de México. ¡Un año que le permitió al presidente Benito Juárez organizar la resistencia en todo el país y, a la postre, ganar la guerra!

Tal vez nuestra nación no existiría, tal como la conocemos, ni hablaríamos en español sino en francés, si las tropas del general Ignacio Zaragoza no hubiesen sido capaces de rechazar la ofensiva de los zuavos, que venían de las Cumbres de Acultzingo y se apostaron a las afueras de Puebla, para tratar de apoderarse del cerro de Guadalupe, el fuerte de Loreto y la vieja garita de Amozoc –puntos desde los cuales fueron rechazados–, mientras las líneas defensivas desplegadas en el llano se replegaban sin disparar, porque en realidad eran un señuelo para que los europeos se metieran en un callejón sin salida donde serían devastados.

El gobierno de Puebla, a través de la Secretaría de Educación y Cultura –a cargo de Luis Maldonado Venegas–, así como el Colegio de Puebla AC, institución que preside el doctor Miguel Ángel Pérez Maldonado, impulsaron un interesante proyecto editorial para conmemorar los 150 años de la Batalla del 5 de Mayo. Son tres materiales por demás atractivos que se reunieron bajo el título Puebla, Haciendo Historia.

El proyecto editorial incluye una edición especial con crónicas, testimonios, opiniones e imágenes sobre las batallas del ejército mexicano durante la intervención francesa del siglo XIX, especialmente acerca de  la gesta del 5 de mayo de 1862; una novela, Los libres no reconocen rivales, escrita por Paco Ignacio Taibo II, que ofrece a los lectores una versión casi íntima de los hombres y de las circunstancias que se trabaron en torno del presidente Benito Juárez para frenar las pretensiones imperiales de Napoleón III en el continente americano.

Lectura fascinante y vertiginosa, Los libres no reconocen rivales nos brinda la oportunidad de celebrar en forma gozosa la hazaña que le permitió a México nacer por segunda vez en menos de un siglo como país soberano, dueño de su destino y su futuro.

Además, el proyecto poblano incluye una carpeta con veintitrés reproducciones de  caricaturas del siglo XIX, publicadas en revistas francesas como Le Charivari, que apoyaron, a su manera, la aventura mexicana de Napoleón III. La presentación de esta obra corrió a cargo de Rafael Barajas, el Fisgón, estudioso de la caricatura de los siglos XIX y XX. Advierte el Fisgón que se reproducen “ilustraciones en las que se asoman los prejuicios, los sueños y las pulsiones latentes de los colonizadores”.

Crónicas, testimonios, opiniones

No existen elementos que permitan confirmar la presencia del “cronista” en el teatro de operaciones militares, pero su vívido relato fue más que convincente y alentador para el público de entonces. Periodistas e intelectuales de la época escribieron sobre las batallas del ejército mexicano en  Las Glorias Nacionales, una publicación que el periódico La Orquesta comenzó a imprimir en 1862, para narrar la Intervención francesa.

La Orquesta había sido fundado en Ciudad de México, en 1861, por el escritor y dibujante satírico Constantino Escalante y el redactor Carlos R. Casarín. Aparecía dos veces por semana –los miércoles y los sábados–, pero su mayor atractivo residía en el desenfado, la agudeza y el sentido del humor de sus artículos e ilustraciones. Huelga decir que sus creadores se identificaban con las ideas de los intelectuales cercanos a Benito Juárez. Por ello, en sus páginas colaboraron prosistas de la talla de Vicente Riva Palacio, Francisco Pimentel y Juan a. Mateos.

El sábado 17 de mayo de 1962, el periódico revista proclama que su codirector, Constantino Escalante, “se ha largado a Puebla. Va con h. Iriarte, el litógrafo más popular de Méjico. Fueron a tomar las vistas de los cerros de Loreto y Guadalupe para hacer una litografía representando la gloriosa batalla del 5 de Mayo”, y agrega que ambos “mañana estarán de vuelta” (La Orquesta. Periódico omniscio, de buen humor y con estampas. Primera época. Tomo III).

Con una rapidez vertiginosa, tomando en cuenta el ritmo de la vida cotidiana en aquel entonces y las limitaciones de los medios de transporte, el primer reportaje de ese par de enviados especiales es anunciado por La Orquesta el miércoles 26 de julio y aparece en Las Glorias Nacionales el martes primero de agosto.

Descubrir la evolución ulterior, tanto de La Orquesta como de Las Glorias Nacionales, será deleitosa tarea de los lectores de la edición conmemorativa  Puebla, Haciendo Historia, que se complementa con un ensayo historiográfico del maestro Víctor Orozco acerca de la Carta a Juárez y sus Amigos, que en 1865 dirigió al presidente mexicano el periodista, escritor y revolucionario francés Félix Pyat, quien de entrada le dice a don Benito, a propósito de Maximiliano de Habsburgo:

Como quiera que sea, vos podéis apostar con seguridad vuestro sombrero de Presidente contra su corona de Emperador, a que no obstante todo lo que tiene ahora de imperio y de regente [a Maximiliano] dentro de un año le será más fácil mejor que su maleta, arreglar su ataúd.

Pyat, cuenta el investigador Víctor Orozco en esta edición especial, publicó su carta en 1865, “en Londres y en francés”, y se la envió a Matías Romero, a la sazón embajador mexicano en Washington. Desde esa ciudad, el representante diplomático del gobierno juarista la remitió a Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez), donde el Benemérito se encontraba en compañía de su gabinete dirigiendo las operaciones militares.

En el más amplio de los sentidos, Víctor Orozco explora las coincidencias entre las ideas de Benito Juárez y los liberales europeos de la segunda mitad del siglo XIX –Victor Hugo, Garibaldi, Pyat y muchos más–, ideas que a 150 años de la batalla de Puebla, en estos días aciagos en que el Estado laico afronta el riesgo de ser abolido, cobran intensa y renovada vigencia.