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La colaboradora de La Jornada presentó su libro más reciente en la feria de Minería

Entrar al mundo de la lectura y la escritura es una revelación: Bárbara Jacobs

El comienzo de esos senderos es una especie de iniciación que cambia la vida, dijo la autora

Los que leen perdidamente tarde o temprano escriben, dijo Juan Domingo Argüelles

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Bárbara Jacobs, acompañada de Marco Perilli, ayer, durante la presentación de su obra Leer, escribir en la Feria Internacional del libro del Palacio de MineríaFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de marzo de 2012, p. 4

La decisión de ingresar al mundo de la lectura y de la escritura es una revelación, y el comienzo por esos caminos es una especie de iniciación. Ambas, revelación e iniciación, implican un cambio en la vida, saber que se desea tener un propósito en ella e identificarlo con claridad.

De ese modo lo planteó ayer la escritora Bárbara Jacobs durante la presentación de su nuevo libro Leer, escribir, editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, con ilustraciones de Vicente Rojo y comentado por la autora, Juan Domingo Argüelles y Marco Perilli, durante la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

Este volumen, junto con otros de Jacobs, es de algún modo su autobiografía de apasionada lectora y escritora, comentó Argüelles, y agregó: Si juntamos todas sus piezas, lo que hallamos es la genealogía lectora de quien escribe.

Mencionó títulos como Doce cuentos en contra, Lunas, Escrito en el tiempo, Las hojas muertas, Vida con mi amigo y Juego limpio. Y Leer, escribir es una nueva página donde hallamos reflexiones, vivencias, anécdotas e interrogaciones sobre el arte de vivir en medio de la cultura escrita.

Para Argüelles, la obra de Jacobs –colaboradora de La Jornada– está dotada de una profundidad mayor gracias a las alianzas entre vida y escritura y vida y lectura, y el guiño autobiográfico no exento de ironía para decirnos que no todo lo que leemos es autobiografía, pero sí mucho de lo que vivimos puede estar vinculado a la lectura.

Recordó que para la escritora la lectura puede ser una locura, y citó los argumentos de ella: El que lee vive más en los libros que en la vida. Es más, hay momentos en que uno incluso agradecería ser literalmente succionado por la lectura o por algún libro específico y no volver a salir de entre sus tapas.

En cuanto a la escritura, refirió que Jacobs sostiene, como Octavio Paz, que las palabras tienen cola. Pero Argüelles aseguró que también tienen pegamento, pues se quedan adheridas en los dedos y, sobre todo, en la cabeza, y, por eso, los que leen perdidamente, tarde o temprano escriben.

–¿Cómo fue que te atreviste a escribir? –le preguntó Perilli.

–Se supone que el escritor tiene miedo a la página en blanco. Pero hay otros escritores, yo entre ellos, que tienen más miedo a la página escrita. ¿Qué armas tiene uno para saber que eso está bien? No basta con saber poner lo que uno siente y piensa por escrito. Ante ello, lo que me sirve como herramienta máxima es la lectura. Entre más se lea, mejor, así tiene uno con qué comparar lo que escribe. Lectura y escritura van de la mano.

Búsqueda y aprendizaje

Ante una Galería de Rectores ocupada sobre todo por jóvenes, Bárbara Jacobs contó, también a instancias de Perilli, que este nuevo libro suyo comenzó a gestarse cuando una sobrina suya le compartió sus inquietudes literarias.

–¿Qué crees que debo hacer? –le preguntó la joven, que escribe poemas desde niña y cuenta con un doctorado.

–Olvidar que la literatura es arte y que tiene que ser bella y tender a la verdad, pues esas palabras son las que paralizan al escritor. Ponte a escribir en unos cuantos días un bestseller, porque un libro así no te pide nada más que una historia entretenida. Escribe quizá sobre un crimen o un amor ilícito. Concéntrate más en el contenido que en la forma y olvídate que lo leerá la gente que sabe de libros.

–Bueno, pero tú también harás lo mismo –le respondió su sobrina.

Y luego Bárbara Jacobs compartió que fue una especie de iniciación, una búsqueda y aprendizaje conjunto sobre cuáles principios pueden convertir un tema en algo muy leído. Pero los valores que fuimos encontrando son válidos para cualquier tipo de texto, aclaró. A partir de ahí Jacobs reflexionó sobre la revelación y la consecuente iniciación, en cuestiones de lectura y escritura.