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Conflicto “superado”

Júbilo en el plantón frente a la SCT, pero posponen el festejo

Los trabajadores, alerta: devolución de rutas y slots, la batalla siguiente
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Trabajadores de Mexicana de Aviación celebran la decisión del juez Felipe Consuelo de avalar que Med Atlántica restructure la aerolínea más antigua de México, ayer frente a la sede de la SCTFoto Francisco Rodríguez /cuartoscuro.com
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de febrero de 2012, p. 3

Afuera de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) los trabajadores de Mexicana explotaron en júbilo: volverán a volar. Pero no se fían ni bajan la guardia. El plantón se mantiene porque les falta dar otra batalla: que les devuelvan las rutas y slots –horarios designados para despegue y aterrizaje– para que la aerolínea vuelva al aire. Entonces habrá festejo.

Mexicana de Aviación consiguió en Med Atlántica el capitalizador que hará frente a las deudas que dejó Gastón Azcárraga –10 mil millones pesos antes de las quitas–, ahora el inversionista tendrá que acreditar las capacidades técnicas, financieras, operativas, jurídicas y administrativas a las que lo someterá la SCT para otorgarle el certificado de operador aéreo en cuanto la dependencia cumpla con la orden del juez Felipe Consuelo Soto de devolverle unas 40 rutas y decenas de slots que hoy día operan Interjet, Aeroméxico y Volaris, tarea que ahora se perfila como el mayor reto.

Mexicana regresará con siete aviones a competir con empresas con flotas no menores de 30 unidades y están por recibir 40 aeronaves más en casos como Volaris e Interjet.

Entre los pendientes de la lucha que dieron durante 18 meses los trabajadores está la resolución de al menos 10 demandas contra Gastón Azcárraga, quien desde agosto de 2010 desapareció de la escena, al igual que el resto de ejecutivos del Nuevo Grupo Aeronáutico, al que pertenecen Mexicana, Click, Link y MRO, entre otras empresas.

Apenas cinco años después de que Azcárraga compró Mexicana de Aviación en 165.5 millones de dólares, el 2 de agosto de 2010 el entonces director de la aerolínea, Manuel Borja, anunció que la empresa se encontraba en una compleja situación financiera que no se debía a malos manejos de la empresa, sino a lo costoso de los contratos colectivos de trabajo de su personal. Argulló que su personal estaba 49 por ciento mejor pagado que en las aerolíneas troncales estadunidenses y que tenían salarios 185 por ciento superiores a los trabajadores de empresas como Volaris o Interjet. Sin embargo desde que Azcárraga tomó la empresa éste fue su principal alegato.

Ese día Borja dijo que para sanear Mexicana tendrían que despedir a 862 personas, reducir el salario de los pilotos 49 por ciento y el de los sobrecargos 39 por ciento, y tendrían que inyectar 150 millones de dólares para continuar. Entonces señaló que no buscaban que el gobierno rescatara la empresa y que en todo caso no debía existir, lo cual estuvo a punto de ocurrir.

En cuestión de días la operación de la aerolínea más antigua de México cambió por completo. El 4 de agosto de 2010 dejó de vender boletos. El 8 de agosto anunció que dejaría de volar a algunos destinos nacionales y extranjeros como Londres, Caracas, La Habana y Chicago. El 21 de agosto Azcárraga abandonó el barco, le vendió a Tenedora K 95 por ciento de las acciones de Mexicana en mil pesos, y la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación obtuvo el restante 5 por ciento.

Tenedora K no buscó capitalizar Mexicana, sino que el 28 de agosto decidió que la empresa dejara de volar y el 6 de septiembre la llevó a concurso mercantil, que quedó en manos del juzgado décimo primero de distrito en materia administrativa, a cargo de Felipe Consuelo. Allí comenzó el desfile de presuntos interesados; 17 meses en espera de 250 millones de dólares, el embargo de aviones, negociaciones con el Banco Nacional de Comercio Exterior y Banorte, sus principales acreedores, y la suspensión de pagos a más de 8 mil trabajadores.

En 17 meses destacaron tres intentos de capitalización. En enero de 2011 PC Capital no logró comprobar los 250 millones de dólares, a pesar de que el gobierno dijo que se trataba de PC o la quiebra; a mediados de año Med Atlántica tampoco logró demostrar el dinero. En noviembre Iván Barona perdió su oportunidad y a su financiero Mikhael Shamis, quien lo fondearía con 400 millones de dólares. El entonces secretario del Trabajo, Javier Lozano, sugiere a los trabajadores ir pensando en la quiebra y lograr algo de liquidación. Surge la Sofom Union Swiss como interesada en la compra.

Al iniciar 2012 Med Atlántica se presentó nuevamente a la mesa. En la semana que concluye los afectados radicalizaron sus protestas. Los testimonios de viviendas perdidas, y falta de ingresos se agudizan y la consigna de los trabajadores es: el 1º de julio ni un voto al PAN.