El cardenal Norberto Rivera Carrera oficiará el próximo domingo una misa en la Basílica de Guadalupe para pedir por la paz, la conversión de los criminales y en contra de la violencia. A esta ceremonia religiosa invitó, en su calidad de ciudadano, al presidente Felipe Calderón y su familia.

La celebración está programada a las nueve de la mañana, y en ella también se espera la presencia del nuncio apostólico en México, Christophe Pierre; el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar; el rector de la Basílica, Enrique Glennie, y los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de México y del estado de México.

Desde hace algunos días fuentes eclesiásticas dan por hecho que el mandatario asistirá a la celebración religiosa, y ayer por la noche el director de comunicación social de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, señaló en entrevista que hoy se tendrá la confirmación de Los Pinos a la invitación hecha por el jerarca católico a Calderón.

Valdemar detalló que la misa del domingo forma parte de una jornada por la paz que concluye el miércoles con un acto ecuménico en la Basílica, en el que participarán representantes de diversas iglesias, entre ellas la ortodoxa y cristianas evangélicas, y añadió que no hay nada de extraño en esta invitación.

El es un creyente que no ha negado su fe católica, y además tiene derecho a expresarla y a vivirla públicamente, esto es un derecho humano. Además, como jefe de Estado debe estar interesado en pedir por el país y por la paz en México.

Respecto a las críticas que Calderón ha recibido por la forma en que se ha realizado el combate antinarco, que ha dejado como saldo 50 mil muertos, el sacerdote dijo que endilgar esos decesos al mandatario es una acusación absurda, que no tiene sentido, pero destacó que ello no quiere decir que el gobierno no deba observar y respetar los derechos humanos, porque en este combate, sin duda, hay situaciones lamentables.

Valdemar insistió en que el hecho de que el Presidente participe en este acto de culto no representa una burla para quienes han perdido familiares a causa de la estrategia en contra de la delincuencia organizada, pues remarcó que Calderón, como presidente, debía actuar en contra del avance del crimen para salvaguardar el orden y la seguridad del país, y subrayó que ello debe hacerse con total respeto a los derechos humanos.

Indicó que una vez que hoy sepan la respuesta de Presidencia, la Arquidiócesis de México emitirá un comunicado.

Para la Iglesia católica, y la CEM en particular, el debilitamiento del tejido social y la existencia de una crisis de moralidad son dos de los principales factores que han detonado la violencia en México.