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Cientos de aficionados bajaron a la cancha y otros se guarecieron entre las butacas

Balacera frente a estadio de Torreón provoca pánico; reportan saldo blanco

Autoridades condenan el hecho y reiteran su compromiso de garantizar la seguridad

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En segundos se generalizó el miedo entre los espectadores. Muchos fueron atendidos por crisis nerviosas, y la Federación Mexicana de Futbol anunció ayer por la noche que mañana se reunirán los dirigentes de todas las categorías para evaluar lo acontecido en el estadio Territorio Santos ModeloFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 21 de agosto de 2011, p. 7

Torreón, Coah., 20 de agosto. Un tiroteo afuera del estadio Territorio Santos Modelo causó pánico entre los más de 20 mil asistentes y jugadores de los equipos de futbol Santos Laguna y Monarcas Morelia que disputaban un partido del torneo mexicano, informó Jesús Torres Charles, titular de la fiscalía general del estado.

El encuentro, que se inició a las 19 horas, fue suspendido al minuto 40 del primer tiempo por el árbitro central Francisco Chacón. Televisión Azteca dejó de transmitir, a diferencia de ESPN, que mantuvo abierta la señal y continuó el reporte en vivo de lo que acontecía en el campo de juego y en las gradas.

Torres Charles explicó que policías perseguían a varios pistoleros, quienes se transportaban en tres camionetas sobre la carretera Torreón-San Pedro. Al pasar por el estadio dispararon contra una patrulla de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal, que controlaba el tráfico vehicular. Un agente resultó herido, pero no requirió hospitalización.

Los primeros en escuchar las detonaciones fueron los espectadores que se encontraban en las butacas de la parte superior del estadio. Ahí comenzó el caos, que se generalizó en segundos.

Ante la idea de que el tiroteo ocurría en los palcos, muchos corrieron hacia la cancha y otros se tiraron pecho a tierra entre los asientos de plástico por temor a ser alcanzados por las balas. La gente lloraba y, presa del pánico, corría al sitio opuesto de donde se escucharon los tiros.

Jugadores y público se metieron al túnel que comunica la cancha con los vestidores. En esos momentos el campo estaba invadido por cientos de personas que corrían en busca del acceso principal. Algunos jugadores fueron a buscar a sus esposas a las tribunas, como Carlos Ochoa, Daniel Ludueña y Oswaldo Sánchez, quienes se dirigieron a los vestidores cargando a sus hijos.

En el estacionamiento, paramédicos atendieron a varias personas que sufrieron crisis nerviosa. Una joven que resultó golpeada en la cabeza cuando corría entre la multitud fue trasladada al hospital.

Media hora después del desconcierto, Alejandro Irarragorri, presidente del club Santos, fue al centro de la cancha, acompañado por el portero Oswaldo Sánchez, capitán de Santos Laguna, para confirmar la suspensión del partido y tratar de calmar al público, que continuaba guarecido entre las butacas.

Micrófono en mano, Irarragorri aseguró: Gracias a Dios tenemos saldo blanco, no tenemos heridos. Confirmó que el partido estaba oficialmente suspendido, y dijo: Les pido que si están listos con sus familias, todos juntos empiecen a salir en orden.

Agregó que quienes desearan permanecer podrían ver los partidos que en ese momento se realizaban en otras entidades de la República. Ofreció disculpas al equipo visitante, Monarcas Morelia, a los árbitros y a los espectadores.

Desde Colombia, donde se realizaba el Mundial Sub-20, el secretario de la Federación Mexicana de Futbol, Decio de María, comentó que habrá una reunión con los dirigentes de todas las categorías el próximo lunes por la tarde, para platicar sobre lo acontecido en Torreón.

Justino Compeán, presidente de la Femexfut, comentó: Esta es una noche de contrastes para el futbol mexicano, porque hay alegría aquí en Bogotá (México ganó a Francia el tercer lugar de la copa) y mucha tristeza en Torreón. Queremos unir esfuerzos, porque nuestro lema es juego limpio en la cancha, en la tribuna y afuera del estadio.

Por la noche, la Secretaría de la Defensa Nacional informó que en el tiroteo no participó personal militar. Sin embargo, en cuanto se tuvo conocimiento sobre el suceso, las tropas de la decimoprimera región apoyaron a las autoridades civiles locales y localizaron un vehículo abandonado, en el que se encontraban armas largas, cargadores y municiones, lo cual fue puesto a disposición de las autoridades.

A la misma hora, la Presidencia de la República confirmó que el tiroteo ocurrió en el exterior y no dentro del estadio, como se pensó al principio. Aseguró que ningún aficionado resultó herido, y condenó enérgicamente los hechos.

Desde el primer momento en que se tuvo conocimiento de los hechos, la Secretaría de Gobernación estableció contacto con el gobierno de Coahuila, con el fin de determinar las formas para conocer los acontecimientos y llevar a los responsables ante la justicia.

El gobierno federal reiteró su compromiso inquebrantable de coadyuvar con las autoridades estatales y municipales para que éstas puedan cumplir con su primera responsabilidad de garantizar la seguridad de los ciudadanos.