Opinión
Ver día anteriorSábado 30 de julio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de abajo

Carretera que lesiona

L

a construcción de la carretera Arco Sur, en su tramo Topilejo-Chalco, ha revitalizado la lucha de los comuneros de Milpa Alta, quienes se oponen a un proyecto que partirá en dos a un pueblo, además de afectar la generación de oxígeno, la captación de bióxido de carbono, la regulación del clima, la protección contra la erosión, la recarga de los mantos acuíferos, grandes zonas de producción agrícola y a una gran biodiversidad que alberga especies en peligro de extinción.

Los comuneros rechazan esta multimillonaria obra que, informó en su momento Alonso García Tamés, director general de Banobras, tendrá un costo de 25 mil millones de pesos, de acuerdo con estimaciones preliminares. El plan, explican los informes oficiales de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, es construir 235 kilómetros de carretera, en una obra que abarca partes del estado de México, Puebla, Morelos y el Distrito Federal, y se otorgaría como concesión individual.

Los combativos pueblos nahuas de Milpa Alta anuncian que comienzan una lucha contra el mal gobierno, pues nunca nos consultaron sobre un proyecto que conlleva la descapitalización del campo, la expulsión de la población rural a zonas urbanas y a Estados Unidos y el despojo de las tierras.

Considerada como un proyecto emblemático en su ramo, y una de las más importantes que se han planeado en materia de carreteras en los últimos años, esta vía contempla también la construcción del libramiento Poniente-Puebla, tramo que, señaló el comunero José Cruz a Desinformémonos.org, si se lleva a cabo afectará nuestro territorio, bosques, flora y fauna, y dividiría a nuestra comunidad, no sólo geográficamente, sino en la unidad, pues unos estarán en contra o a favor y eso afectará la paz interna.

“Nuestro problema –señala José Cruz– es vivir cerca de la ciudad y por eso sufrimos el embate de la misma. Ante esto es urgente agruparnos, conocer nuestros derechos y los proyectos que se quieren llevar a cabo”. La construcción de la carretera no sólo afectará a la comunidad nahua en Milpa Alta, sino también a los habitantes del resto del Distrito Federal, ya que los ojos de agua de Xochimilco y Nativitas, que alimentan de agua a gran parte de la ciudad, saldrían perjudicados y se desencadenarían más problemas ecológicos, ya que no habría recargas de mantos acuíferos y este hecho provocaría su hundimiento.”

Ante la embestida, anunciada como una obra que llevará progreso a la región, los comuneros de Milpa Alta llaman a la unión y a la organización contra quienes quieren despojarlos de sus bosques, tierras y casas.