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Con 186 votos el dirigente suizo fue relegido al frente de la FIFA por cuarta ocasión

Blatter anuncia reformas; buscará apoyo en Cruyff y Kissinger

La elección de la sede de los mundiales pasará al Congreso

Alemania pide rexaminar el caso de Qatar por sospechas de corrupción

Clubes europeos amenazan con una rebelión

Caos en Concacaf

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Joseph Blatter aseguró que con los cambios que impulsará no espera más batallasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 2 de junio de 2011, p. a13

Zurich, 1º de junio. El suizo Joseph Blatter, relegido hoy para un cuarto mandato al frente de la FIFA, señaló que ha recibido bofetadas, pero con las reformas que preconiza no espera más batallas, aunque los clubes europeos amenazaron con una rebelión y en la Concacaf el vacío de poder creó una crisis.

Tras una votación secreta con papeletas, que se prolongó hora y media, el vicepresidente primero de la FIFA, el argentino Julio Grondona, anunció que el suizo recibió el apoyo de 186 de las 206 federaciones con derecho a sufragio en el congreso realizado en el Hallenstadion de Zurich.

Estoy contento de haber logrado la unidad que nos permitirá con coraje volver a poner el barco de la FIFA sobre aguas claras y transparentes, dijo Blatter a los delegados tras su victoria.

Presionado por las duras acusaciones de corrupción sobre la FIFA, prometió tres grandes cambios en el organismo que dirige desde 1998: la elección de la sede del Mundial pasará del comité ejecutivo al congreso, la comisión ética de la FIFA se convertirá en un órgano profesional e independiente y la creación de una especie de consejo de sabios que propondrá soluciones a los problemas que enfreta el ente rector del balompié internacional.

Para esta comisión de soluciones piensa en Johan Cruyff y también en un gran aficionado al futbol, el ex secretario de Estado Henry Kissinger.

La primera victoria de Blatter fue lograr que los 208 miembros de la FIFA participaran en el congreso, pese a la amenaza de boicot de una parte de la Confederación Asiática de Futbol, en protesta por la suspensión de su presidente, Mohamed bin Hammam. El qatarí, investigado por sospechas de corrupción, escribió una carta a la FIFA en la que protestó por el trato recibido y por prohibirle la entrada al congreso.

Otro obstáculo que superó Blatter fue la moción del presidente de la federación inglesa, David Bernstein, quien llamó a posponer la elección. La propuesta fue rechazada con 172 votos; sólo hubo 17 en favor.

Grondona criticó a Inglaterra, a la que acusó de mentir para recuperar poder en el gobierno del futbol: Muy amablemente les digo que dejen tranquila a la familia de la FIFA.

“Me sorprende un poquito que en la mayoría de los congresos que nos ha tocado vivir, el punto más importante siempre fue el de las finanzas, pero como todo anda bien en ese aspecto –mil 280 millones de dólares son sus reservas–, es ahora el menos importante. Buscamos situaciones fuera de lugar y siempre vienen por Inglaterra”.

Blatter aseguró que no guardaba rencor a los ingleses y a los que votaron en mi contra los vamos a integrar.

Puntualizó que ahora contamos con los instrumentos necesarios para restaurar la credibilidad de la FIFA. Necesitábamos actuar para hacer frente a los ataques, puede que incluso justificados. Hemos encajado golpes, yo incluso bofetadas, pero ya no lo haré más porque ya hicimos lo necesario para que haya transparencia.

Reconoció que el barco FIFA ha visto entrar agua en su construcción y nos encontramos en una situación difícil. Vamos a realizar reformas, no sólo toquecitos, serán radicales y necesarias. No quiero una situación indigna.

Informó también que había preocupación entre patrocinadores tras los recientes escándalos, pero ninguno dijo que se retiraría.

El caos interno magnificó el drama de la FIFA en el congreso. La presidenta de Suiza, Micheline Calmy-Rey, pidió una reforma al organismo. Dijo a los delegados que la federación necesita tomarse en serio las críticas sobre la corrupción, porque su organización debería ser un ejemplo no sólo para los jóvenes, sino para todo el mundo.

Por su parte, el presidente de la federación alemana, Theo Zwanziger, pidió que se rexamine el procedimiento de atribución del Mundial 2022 a Qatar, a causa de sospechas de corrupción que no se pueden desechar.

Y a unos minutos de que Blatter fuera relegido, los clubes europeos amenazaron con una rebelión si no se les integra en la toma de decisiones.

En tanto, los problemas se agudizaron en la Concacaf. El presidente interino, Lisle Austin, acusó al secretario general del organismo, Chuck Blazer, de hacer la guerra.

Austin asumió el cargo del suspendido Jack Warner y destituyó ayer a Blazer ayer, pero el secretario general envió un comunicado en el que le recordó que no tenía autoridad para ello.

Hoy, Austin insistió en que Blazer estaba despedido y que las declaraciones de Nueva York no eran oficiales: Me entristece apuntar que el señor. Blazer usa las publicaciones de una confederación de la que ya no es empleado para hacer la guerra contra la oficina del presidente Interino, sostuvo Austin en un comunicado.