Opinión
Ver día anteriorMartes 16 de noviembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

Causas de estallido

Narcotráfico y corrupción

Agresiones a la naturaleza

Fidel, Ulises, Gil

Clase Política

El reclamo de gobernadores

Julio Hernández López
Miguel Ángel Rivera
Dinero

La carretera Toluca-Los Pinos

Las calles del DF son una desgracia

Explosión en el Princess Riviera Maya

México SA

Reloj parlamentario, otra vez

Presupuesto fuera de plazo legal

Libres, sólo 8 centavos de cada peso

Enrique Galván Ochoa
Carlos Fernández-Vega
Ciudad Perdida

Brota epidemia de encuestas electorales

El DF, centro de la pugna

Itacate

Identidad y alimentación

Miguel Ángel Velázquez
Cristina Barros y Marco Buenrostro
La Muestra

Del perdón al olvido

Afganistán: ocupación insostenible
E

n una entrevista publicada el sábado pasado en el diario The Washington Post, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, señaló que la Casa Blanca y el Pentágono deben reducir la visibilidad e intensidad de sus acciones militares en Afganistán y poner fin a las redadas nocturnas de sus Fuerzas de Operaciones Espaciales, pues éstas agravian a los afganos e incitan a la insurgencia del talibán. A renglón seguido, el gobernante manifestó su intención de remover a las tropas estadunidenses de las carreteras y de las casas particulares, para reducir la intromisión (estadunidense) en nuestras vidas diarias, y sostuvo que la presencia a largo plazo de las fuerzas extranjeras sólo empeorará la guerra.

Carlos Bonfil
El Correo Ilustrado

Por un Sáhara libre

L

a madrugada del 8 de noviembre pasado, el ejército marroquí desmanteló por la fuerza el campamento de protesta saharaui Agdaym Izik, instalado en las afueras de la ciudad de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, para exigir las condiciones que les permitan ejercer su legítimo derecho a la autodeterminación en los territorios ocupados militarmente por el reino de Marruecos desde 1975.

La revolución olvidada
C

recimos y fuimos formados bajo los discursos de la Revolución Mexicana que nos daría todo; que creyendo en quienes la habían institucionalizado, el futuro estaría asegurado para nosotros y nuestros hijos.

Marco Rascón
El fin de las treguas
F

ue cuando el mundo se agrandó que más visibles se hicieron las ansias de poder, grandeza y posesiones de los estados de entonces. Portugal, España, Holanda llenaban barcos de esclavos que volvían repletos de azúcar, café o especias. Así, cuando la mentira dejó sitio a la verdad, la historia habló de esquilmación, depredación o, sin más, robo de recursos naturales acompañado de violencia y opresión. Pareciera que unas naciones poderosas fueran las causantes de las desgracias y debilidad de otras.

El conocimiento y los políticos
C

onforme en los últimos lustros del siglo XX el mundo entraba aceleradamente en la sociedad y economía del conocimiento, las tensiones entre los gobiernos y quienes generan y distribuyen el conocimiento han aumentado sin pausa. El conocimiento de base disciplinar se amplía a velocidad vertiginosa: hoy se duplica cada cinco años, y para 2020, lo hará cada 73 días (ONU) y es absolutamente indispensable para resolver todo. La universidad quedó entonces como en el ojo del ciclón.

Gustavo Duch Guillot*
José Blanco
Cenami y la nueva utopía india
L

os habitantes de las comunidades de la cuenca del río Lajas, al norte de Guanajuato, padecen graves enfermedades. El agua que beben está envenenada. Es la única que tienen.

El jugador
P

ara entender lo que pasa en México no hay que quemarse las pestañas con textos de académicos de renombre ni sumirse en la historia –de Alamán a Katz– ni hurgar en la Constitución: si realmente quieren comprender lo que ocurre, vean la se- rie 24 y sigan las aventuras del personaje Jack Bauer, un cruzado imaginario y violentísimo de la lucha contra el terroris-mo que vino a convertirse en la figura canónica de Felipe Calderón. El propio sedicente confió su fantasía en una entrevista a la BBC en marzo de 2009 (http://bbc.in/apTAWV). Hace unos días la repitió para CBS, con motivo de la presentación –en exclusiva para la tele gringa– del búnker de alta tecnología que se mandó construir con nuestro dinero para, desde allí, jugar a la guerra (http://bit.ly/aaGGrJ).

Luis Hernández Navarro
Pedro Miguel
El G-20, la APEC y la extremaunción de la credibilidad
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uando un enfermo está muy grave, según es práctica de la Iglesia Católica, después de la confesión viene la extremaunción. Es lo que ha sucedido con la credibilidad de Estados Unidos en las reuniones, casi simultáneas, del G-20 y la APEC. A partir de eso, no se sabe lo que viene. Quizás procedan a darle cristiana sepultura o incinerar los restos de la absurda ilusión de que sea posible mantener un sistema social incompatible con la vida de la humanidad, cuyos miembros hoy, 14 de noviembre de 2010, según cálculos rigurosos de carácter internacional, ascendían ya a 6 884 millones 307 685 habitantes. El número de los que habitan el planeta está creciendo algo más de 77 millones por año.

La gran niebla de 1952
E

n unos cuantos días, entre el 5 y el 9 de diciembre de 1952, se recordará una de las mayores catástrofes ambientales del siglo pasado. Una densa niebla cubrió la ciudad de Londres, en Inglaterra. Pero no se trataba de la tradicional neblina a la que se referían con romanticismo y orgullo Charles Dickens o Claude Monet, sino de una espesa capa de humo que cobró la vida inicialmente a más de 4 mil personas, y luego a un número indeterminado que se estima en no menos de 13 mil.

Fidel Castro Ruz
Javier Flores
Saturnino Herrán revisitado
C

uando murió en 1918 a consecuencias de una cirugía mal llevada a cabo, el pintor Saturnino Herrán, casi cuatro años menor que José Clemente Orozco, tenía 31 años de edad. Lo que realizó en tan corto periodo lo coloca entre los maestros del modernismo mexicano al lado del zacatecano Julio Ruelas (1871-1907), cuya producción pictórica es menos cuantiosa, en tanto que como ilustrador lo supera en cantidad, pero no porque el aguascalentense Herrán fuese un dibujante de menores alcances, antes al contrario, ahora los visitantes de la exposición Instante subjetivo calibran el nivel de sus obras realizadas con lápices de colores en combinación con acuarela.

Teresa del Conde