Espectáculos
Ver día anteriorMiércoles 6 de octubre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Posee gran calidad humana: Jesús Ibarra

Presentan el libro Carmen Montejo, una mujer alta
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de octubre de 2010, p. 9

Carmen Montejo salió de Cuba por invitación de Emilio Azcárraga (abuelo del principal accionista de Televisa). La había escuchado en una radionovela y le encantó su voz. María Teresa Sánchez González, su nombre original, llegó a Yucatán, acompañada de su madre y su hermano mayor, el 12 de diciembre de 1942. Hoy, nacionalizada mexicana, la destacada actriz es de las pocas en el país que han abarcado desde las radionovelas de los años 40 del siglo pasado, pasando por la época de oro del cine mexicano, hasta llegar al teatro y televisión actuales.

El libro Carmen Montejo, una mujer alta, de Jesús Ibarra, narra su historia, y al hacerlo necesariamente cuenta la de buena parte del cine y teatro del país.

Recuerdos de Mérida

El autor contó en entrevista que el director Chano Urueta y el productor Vicente Saisó Piquer conversaban con la actriz: No puedes llamarte María Teresa, le decían. Es demasiado común y además ya hay una: María Teresa Montoya. Tampoco le podían dejar el sobrenombre de Muñeca Sánchez, como al parecer le había puesto su nana cubana. A sus 19, estaba bien, pero en unos cuantos años ya no vendría al caso. Piense y piense llegaron al nombre Carmen. La joven, cuando pasó por Yucatán, había caminado por Paseo Montejo, en Mérida, y le había gustado mucho. Luego, ya en el Distrito Federal, se hospedó en el hotel del mismo nombre. ¿Por qué no Carmen Montejo?, dijeron. Y así se quedó.

Para la elaboración del libro, publicado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la editorial Escenología, Ibarra realizó entrevistas a la actriz durante casi dos años. También platicó con gente de la comunidad cinematográfica y teatral que la acompañó a lo largo de los años. Sus testimonios están incluidos.

Montejo, hoy de 85 años, compartió escenario o pantalla con una larguísima lista de personalidades, entre ellas Pedro Infante, Blanca Estela Pavón, Arturo de Córdova y Marga López, quien fue cercana amiga suya.

Foto
Carmen Montejo, en la Cineteca NacionalFoto Notimex

La actriz ya participaba en radio en Cuba cuando leyó la biografía de la actriz inglesa Sarah Bernhardt. Ésta fue la que la hizo decidirse a dedicar su vida a la actuación, contó Ibarra, también autor de Los Bracho, tres generaciones de cine mexicano (UNAM, 2006).

En México, su primera actuación fue en la radionovela El diario de Susana Galván. Poco después, cuando la actriz tenía 18 años, Gilberto Martínez Solares le dio un pequeño papel en Resurrección. Más adelante, Chano Urueta le dio un protagónico en ¡No matarás!, junto con Sara García. En Nosotros los pobres, de Ismael Rodríguez, hace el papel de Yolanda, la tísica.

En teatro, comenzó con La casa de Bernarda Alba y luego actuó en Bodas de sangre. Entre otras, destaca su participación en ¿Quién le teme a Virginia Woolf?

También participó en una treintena de telenovelas.

Ha recibido dos homenajes en el Palacio de Bellas Artes. En ese recinto participó, muchos años atrás, en las obras El pobre Barba Azul (Xavier Villaurrutia) y El gesticulador (Rodolfo Usigli).

La actriz estuvo presente en la presentación del libro, realizada en la Cineteca Nacional, este lunes. La acompañaron la actriz Susana Alexander, José Solé, Luisa Huertas, Virginia Gutiérrez, Raquel Olmedo y el coeditor Edgar Ceballos, además del autor, entre otros.

Luego de realizar el libro, Jesús Ibarra concluyó: Antes la admiraba mucho como actriz, la había visto en teatro y en películas; ahora, además, creo que es una mujer de gran calidad humana y muy cálida, y entregada a hacer obras como la estancia infantil de la ANDA, que fundó junto con Dolores del Río.