jornada
letraese

Número 165
Jueves 8 de abril
de 2010



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate




Homofobia en escuelas,
una realidad cercana

El bullying es el acoso constante por parte de uno o varios estudiantes hacia otro. Puede ser físico o verbal. Este fenómeno se ha registrado desde hace muchos años al interior de las escuelas en México. Medios electrónicos como el Internet han visibilizado esta situación. Adolescentes homosexuales (o que son etiquetados de esa forma) son víctimas regulares de este fenómeno. A pesar de esto, sólo las autoridades educativas del DF han tomado medidas al respecto.

Leonardo Bastida Aguilar


“Todo empezó cuando mi maestro abuso sexualmente de mí”, señala Juan a Letra S. Afirma haber sido “tocado” por su maestro de quinto grado de primaria en el Colegio Cristóbal Colón Lomas Verdes de la ciudad de México. “Después de eso empiezo a ver que los niños perciben que soy diferente. Yo me sentía sucio, como sin valor y me empezaron a molestar. Fue una bolita la que empezó y luego todo el salón”, refiere Juan mientras recuerda con un dejo de tristeza y angustia su pasado escolar. Actualmente tiene 22 años

“Puto, puñal, caminas raro”, eran algunos de los improperios que Juan recibía a diario por parte de sus compañeros. La situación se agravó en sexto grado cuando conoció a su amigo Andrés. “Son novios, ahí van los pinches maricones, pinches jotos”, les gritaban durante el recreo o a la salida del colegio.

A pesar de esta situación, Juan calló en su casa y continuó los estudios de secundaria en la misma institución. Y cuando se animó a comentar los incidentes de los que era víctima al orientador de la escuela, éste le dijo: “Mira cómo te sientas, mírate, las mujeres se sientan con las piernas cerradas y los hombres con las piernas abiertas”.

El grado de molestia era tal que dejó de asistir un mes a clases. Su madre le dejaba a la puerta del colegio y él regresaba a casa. Sus calificaciones bajaron de manera considerable y perdió el segundo grado de secundaria.

“Muchos recreos de los últimos que pase en esa escuela fueron como un infierno porque ya no sabía con quién juntarme”, relata Juan.

“Un día me insultaron enfrente de mi mamá”. Cuenta que éste fue el motivo por el que abandonó el colegio lasallista e inició por segunda vez el segundo grado de secundaria. La justificación de los docentes siempre fue que Juan nunca se defendía.

Fuera homofobia de las aulas
“Se tiene que visibilizar la presencia de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual, casi todo el mundo conoce a una persona gay. Los niños no tienen problema con esto sino los adultos, y son ellos quienes les influyen”, declaró la estadunidense Elise Klein, quien fuera titular de la organización Maestros contra los Prejuicios, durante su última visita a México, en octubre pasado.

Maestra con muchos años de trabajo en contra de la discriminación en las aulas escolares, Klein falleció en noviembre. Su trabajo se basaba en la consideración de que el problema de la discriminación hacia las personas por su identidad sexual inicia en cada hogar. “Todo empieza con la apatía por parte de la sociedad porque en muchas ocasiones los padres de familia dicen que al no tener un caso cercano en sus casas, este tema no es de su interés y no lo tocan”.

En charla con Letra S después de dictar una conferencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la experta advirtió que la situación es preocupante en los Estados Unidos: “Después del 11 de septiembre de 2001, los gays son el sector más odiado después de los musulmanes, judíos y afroamericanos”.

Por este motivo, añadió Klein, es necesario capacitar a docentes y padres de familia para erradicar todos los prejuicios que provocan la discriminación de personas por su raza, religión, género u orientación sexual.

Mucha gente que rechaza la homosexualidad y la transexualidad “basa su opinión en contextos religiosos. El tema no es sólo sexo, ni el sexo es lo mas importante, se debe comprender que se trata de una identidad”, afirmó.

Otras realidades
En algunos países ya se han iniciado esfuerzos articulados para combatir el bullying originado en la homofobia. En la Escuela Media 20 de La Plata, Argentina, se vive un cambio radical. En 2004, los docentes Silvia Realini y Daniel Gustavo Benavides iniciaron el proyecto educativo sobre homofobia y orientación sexual con adolescentes, algunos de los cuales abandonaron sus estudios por ser discriminados en sus escuelas.

En entrevista con este medio, los profesores explicaron que “el tratamiento de estos temas y, lo que es más grave, la libre expresión de los deseos y sentimientos de estas personas, aparecen invisibilizados en las escuelas”. Se piensa que la orientación sexual es una cuestión privada.
“Creemos que la escuela secundaria no debe esquivar estos temas y se deben abordar para tratar de construir una sociedad más inclusiva”, explican los coordinadores del programa que atiende por las noches a chicos y chicas gay en un barrio ubicado en la “zona roja” de la provincia de Buenos Aires, en el que los apelativos denigrantes de “puto” y “trolo” son una constante.

Además, han atendido a personas transexuales que no pueden utilizar su nombre actual y tienen que registrarse con el nombre que aparece en sus documentos oficiales.

La realidad mexicana
“No le pasen el balón a Villavicencio porque parece puto”, gritó una muchacha durante la clase de educación física en la Escuela Secundaria Técnica No. 58 “Agustín Yañez”, en la delegación Iztapalapa, al referirse a Aldo Uriel Villavicencio, joven gay de 28 años y que contaba con 15 al momento del incidente.

En la escuela no faltaba quien me dijera maricón”. Recuerda Aldo que desde el cuarto año de primaria era molestado por sus compañeros e incluso algunos llegaban a decir “no se junten con él porque es maricón”.

“No había apoyo de los maestros. Solo decían ‘¡cálmense!’ o ‘no le digan nada’, no les decían a los compañeros lo que me pasaba o lo que era yo”, asegura Uriel.

El pasado mes de abril se dio a conocer el Informe Nacional sobre Violencia de Género en la Educación Básica en México, en el que se establece la necesidad de fomentar la cultura de la inclusión, la aceptación y el respecto a la diferencia ante las altas cifras de violencia en las escuelas del país.

Tras solicitar información sobre la manera en que la Secretaría de Educación Pública aborda fenómenos violentos como el bullying, se indicó que la única entidad que cuenta con un programa específico es el Distrito Federal.

Jacqueline Pardo Semo, directora ejecutiva de Educación Básica de la Secretaría de Educación del Distrito Federal, en entrevista con este medio explicó que bullying es un término utilizado para denominar el maltrato e intimidación ocurrida en el contexto escolar entre compañeros y compañeras.

Este no es un fenómeno nuevo pero se ha visibilizado en los últimos años. Puede ser físico (golpes), verbal, emocional o psicológico, o el cyberbullying que utiliza el celular y el Internet y es sólo una forma más de este fenómeno”.

De acuerdo con la funcionaria, tras realizar estudios en escuelas de educación básica de la ciudad de México, se ha encontrado que el baño y el salón de clases son los espacios donde más se cometen este tipo de actos. A su vez, la hora del recreo es el momento en que más agresiones entre alumnos ocurren.

Estos datos, argumenta la funcionaria, motivaron que en abril de 2009 se lanzara la campaña “Escuela sin violencia” con el objeto de sensibilizar , atender y prevenir la violencia al interior de las escuelas.

En ella se apela a una cultura de no violencia y de buen trato en la comunidad educativa con tres líneas de acción: campaña para la sensibilización, la atención integral a padres de familia y alumnos, y la capacitación al magisterio para afrontar la situación. Este programa se realizó en 400 escuelas durante el pasado ciclo escolar y se desarrolla por el momento en otras 400.

“Esta problemática rebasa a los docentes por falta de información”, añade Pardo. La capacitación que toman comienza con la diferenciación entre violencia y bullying, por medio de prácticas en las que se puede identificar si en su salón existe o no un fenómeno de acoso. A los padres y madres también se les capacita de manera vivencial, “hay que concientizarlos de que el bullying no es que te molesten un día y se acaba. Se aborda mucho el tema de que escuchen a sus hijos porque el bullying los lleva (desde) la deserción escolar hasta situaciones de suicidio”.

¿Bullying por homofobia?
Algunos sexólogos, antropólogos y médicos han señalado que existe el bullying por homofobia en las escuelas mexicanas. Sin embargo, el concepto ha sido puesto en duda por otros investigadores ante la pregunta de cuándo una persona gay se asume realmente como tal.

El problema resulta complejo de detectar ya que las víctimas lo niegan para evitar ser reprendidas por sus padres y maestros porque al exponer la causa del abuso se ven forzadas a “salir del clóset”.

En torno a esta denominación, Pardo señaló que “no se le debe denominar propiamente como bullying sino como discriminación”. Descartó también que esté presente el fenómeno de la homofobia pues lo que se suscita es un “desequilibrio de fuerzas” en el que la víctima no se defiende de su victimario por sentirse en condición de vulnerabilidad.

Es muy necesario que la gente haga conciencia de que el bullying es una problemática y que está sucediendo. Siempre la contestación de los padres al niño es ‘defiéndete’ o ‘no seas mariquita, defiéndete’ o ‘si te pegan, pega’, pero no es un problema de un día sino es un acoso de todo el tiempo”, aseguró la funcionaria.

Uriel y Juan recibían amenazas por parte de sus compañeros de clase de manera constante. Algunos otros jóvenes decidieron no brindar su testimonio a Letra S por temor a represalias en sus escuelas. El hostigamiento por parte de sus compañeros y maestros por ser “diferentes” es constante pero carecen de otras opciones para continuar sus estudios.

Pasó por mi cabeza matar a mis compañeros pero sólo encontré un abrecartas en forma de espada. Lo llevé a la escuela pero nunca me atreví a utilizarlo. Yo decía ‘si me tocan, se los entierro’ pero afortunadamente nunca pasó una agresión física”, recuerda Juan.

SU B I R


Brasil, la diversidad
como valor

“La diversidad sexual es un tema que debe abordarse en las escuelas públicas de la nación sudamericana”, han señalado en diversas ocasiones organizaciones de la sociedad civil como la Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales, por lo que se han tomado algunas medidas que han beneficiado a las personas no heterosexuales. En más de 10 estados de Brasil la comunidad transexual puede acceder a documentos escolares oficiales con su “nombre social”, y no con el nombre asignado a su nacimiento. A su vez, se ha emprendido el programa “Escuela sin homofobia”, el cual tiene como finalidad capacitar a los profesores para atender la problemática de la discriminación en las aulas escolares y ha sido implementado a nivel federal.

En colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el ministerio de Educación de Brasil ha publicado el libro Diversidad Sexual en la Educación: problematizaciones sobre la homofobia en las escuelas con el fin de conocer la situación del sistema escolar brasileño y emprender acciones para erradicar los prejuicios de padres de familia, docentes y alumnos al interior de los planteles y visibilizar que la discriminación por homofobia es tan grave que puede provocar el abandono de los estudios por parte de los estudiantes que la han padecido.