jornada


letraese

Número 166
Jueves 6 de mayo
de 2010



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

Hepatitis B, el carcinógeno
más común después del tabaco

El 80 por ciento de los casos de cáncer de hígado son causados por una infección viral, la hepatitis B. Al no tener síntomas particulares, puede dejarse avanzar por años. Por fortuna, hay una vacuna disponible que se recomienda suministrar a adolescentes y personas adultas.

Christian Rea Tizcareño


Según la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FUNDHEPA), cerca de 400 millones de personas en el mundo son “portadoras crónicas” del Virus de la Hepatitis B (VHB), agente patógeno que pertenece a la familia Hepadnavirus, el cual, a pesar de ser prevenible con vacuna, provoca alrededor de un millón de decesos al año.

De acuerdo con la FUNDHEPA, el VHB se adquiere a través del contacto con sangre o fluidos corporales contaminados. Las principales vías de transmisión son: relaciones sexuales sin protección; transfusiones –aunque en México ya no es un problema, pues todos los paquetes hemáticos son analizados antes de ser manipulados–; de madre a hijo durante el parto o en una operación de cesárea; así como drogas inyectables, tatuajes, perforaciones y acupuntura con material no esterilizado, pues el virus puede resistir al medio ambiente hasta por 30 días.

Uno de los grupos más afectados es el de los usuarios de drogas inyectables, ya que, según el Programa Nacional de Salud, cerca de 90 por ciento son positivos al virus de la hepatitis C, 84 por ciento al de la hepatitis B y 6 por ciento se encuentran infectados con VIH.

Sólo algunos cuerpos desarrollan el cuadro crónico
El Programa Nacional de Salud también establece la obligación del Estado de asegurar que al menos 95 por ciento de los adolescentes de 12 años cuente con una dosis de vacuna contra el tétanos y la difteria, y con dos dosis de vacuna contra la hepatitis B.

Margarita Dehesa, del Comité Científico de la FUNDHEPA, señala en entrevista que la gravedad de la infección depende de la edad en que es adquirida. Si la transmisión es perinatal, el riesgo de presentar la enfermedad está alrededor de 90 por ciento. En este sentido, en 1999 se incluyó la inoculación contra el virus en la Cartilla Nacional de Vacunación, para su aplicación en recién nacidos.

Para la hepatóloga, también jefa del Departamento de Gastroenterología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social, sólo cerca de 5 por ciento de los adultos infectados por VHB llegan a desarrollar un cuadro crónico de hepatitis. Eso sí, según la Norma Oficial 003 Para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos, quienes ya adquirieron este virus y el tipo C, jamás podrán ser donadores de órganos o material hemático.

Cáncer prevenible con vacuna
La mayor parte de los síntomas iniciales del VHB “no dicen mucho”: cansancio, malestar general –se puede confundir con un catarro–, fiebre o vómito, comenta a Letra S la infectóloga Angelina Villasis. Además, no todos los pacientes presentan coloración amarilla en la piel u orina oscura, como ocurre en el cuadro clásico de hepatitis. Así, esta patología es silenciosa y no es usual que se diagnostique a tiempo, de manera que la enfermedad se descubre cuando ya ha progresado a cirrosis o cáncer hepático.

La especialista expone que el VHB puede agudizarse por factores como ingesta de ciertos medicamentos, adquisición de Hepatitis A, hígado graso, consumo de alcohol y los llamados “productos milagro”.

Explica que el VHB comparte con el VIH los mismos factores de riesgo, y califica como "muy grave" la presencia de ambos virus al mismo tiempo. "La progresión de hepatitis B es más rápida, hay menos posibilidad de controlar la infección, como ocurre con el 90 por ciento de los adultos”. Las personas con VIH “sin duda” deben vacunarse, aunque la respuesta biológica sea menor que en el resto de la población, advierte.

La médica infectóloga indica que la mejor manera de prevenir el VHB es la vacunación universal. Las personas que tienen conciencia de haber realizado prácticas de riesgo deben efectuarse una prueba de detección. Si son negativas al virus, la recomendación es inmunizarse y usar el condón durante el coito, para evitar la infección de manera óptima. Pero si ya se adquirió el virus, la inoculación “no tiene sentido”.

La doctora Villasis enfatiza que el Virus de la Hepatitis B “no distingue ni género, ni orientación sexual, ni color de piel”, al igual que el VIH/sida. Por esta razón, la mayor parte de la población debería vacunarse, y así evitar la posibilidad de formar parte de las mortales tasas de cirrosis y cáncer de hígado.

 

S U B I R