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Enfrentan jornadas extenuantes de 21 días de faenas por tres de descanso

Sin seguridad, equipo y planos laboran trabajadores contratados por la CFE

De adorno, la custodia de policías federales, dicen; los reclamos los enfrentamos solos

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Con lo mínimo indispensable y sin equipo de seguridad laboran trabajadores contratados por la CFE. Aquí, en el Barrio de Santa Catarina, CoyoacánFoto Carlos Ramos Mamahua
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Custodios de empresas privadas realizan reparaciones en el cableado eléctrico de la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco, donde los cortes de energía han sido frecuentes en los días recientesFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de enero de 2010, p. 33

Con 21 días de trabajo consecutivo y tres de descanso, los trabajadores de las compañías contratadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reparan las fallas eléctricas que se presentan en la ciudad de México con el equipo mínimo indispensable, escasa seguridad ante una descarga y sin planos que los orienten sobre dónde se encuentran las líneas subterráneas del fluído.

En un recorrido por las delegaciones Iztapalapa y Coyoacán se pudo observar que las cuadrillas de electricistas son escoltadas por elementos de la Policía Federal o la Secretaría de Seguridad Pública, del campamento en Andrés Molina Enríquez, en el que están concentrados, hasta los puntos donde se reporta algún desperfecto, aunque para algunos de ellos esta custodia está de adorno, porque enfrentan solos los reclamos de los usuarios.

Con jornadas extenuantes que empiezan a las nueve de la mañana y pueden concluir hasta la madrugada, los obreros deben sortear con ingenio las dificultades que enfrentan para hacer las reparaciones.

Modificaciones a las líneas

En el Barrio de Santa Catarina, en Coyoacán, donde se carece de luz desde el viernes pasado, los trabajadores detectaron una falla subterránea, pero al no contar con los planos del tendido optaron por colocar líneas aéreas para agilizar el suministro.

De otra manera sería trabajar a ciegas, porque desconocemos cómo está el cableado y se corren más riesgos, expresó uno de los empleados, quien admitió que sólo cuentan con el equipo y las herramientas indispensables.

Lo óptimo para reparar líneas áreas es utilizar una grúa aislada, que sube al trabajador y lo protege de alguna descarga eléctrica, pero aquí, en el mejor de los casos, se ven obligados a utilizar escaleras o bien suben a los postes con su propio impulso y un cinturón de seguridad.

Ellos mismos se proveen de equipo de protección, como guantes y cascos, a los que con un marcatexto les colocan la leyenda CFE, pues no cuentan con uniforme ni calzado especial. Ello incluso les ha traído problemas con los vecinos, que altaneros les exigen que se identifiquen.

“¿Cómo sabemos que son de la compañía de luz, porque no están identificados?, se quejó una usuaria, cuando se disponían a romper un candado colocado indebidamente en un medidor.

Los trabajadores están conscientes de que las condiciones en que laboran no son las mejores, pero la mayoría prefieren callar. Si es para madrearnos, ya tenemos suficiente con los reclamos de la gente, dijo uno que en tono de broma se identificó como Juan Camaney y pidió a sus compañeros no hablar, a menos que sea con un tehuacanazo. Tenemos que estar disponibles las 24 horas, pero es trabajo y no hay de otra, comentó otro, quien detalló que tienen asegurado este empleo hasta marzo, con salarios que van desde mil 300 pesos semanales, en el caso de los operadores de las unidades y ayudantes, y de mil 600 para los técnicos que reparan las líneas.

En contraste, en otras zonas donde todavía hay interrupciones de energía eléctrica se constató la ausencia de cuadrillas de la CFE o de las empresas contratadas para atender las quejas.

En colonias como Cuauhtémoc, Roma, Juárez, Anáhuac, Santa María la Ribera, Camarones y la Unidad Nonoalco Tlatelolco, los vecinos confirmaron que las interrupciones del fluido eléctrico son constantes y no hay respuesta inmediata de las autoridades.

Esto ha obligado a que vecinos de Eje Central y Flores Magón, en la Cuauhtémoc, por propia iniciativa traten de arreglar los desperfectos, con el peligro de electrocutarse.