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A decir de sus habitantes y comerciantes establecidos, ese corredor va para arriba

Independencia se recupera del trauma por el terremoto del 85

Hoy día la céntrica calle se puede considerar segura para visitarla, dice José Luis Vázquez

Foto
Aspecto actual de la calle Independencia, en la colonia CentroFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de diciembre de 2009, p. 35

Debido a los sismos de 1985, parte de la calle Independencia, en su tramo de Balderas al Eje Central Lázaro Cárdenas, quedó en ruinas, pero en los años recientes, debido al programa de rescate del primer cuadro de la ciudad, esta área ha superado el trauma y recupera su antigua vitalidad, afirman residentes y comerciantes de ese corredor.

Desde entonces no sólo se han construido grandes edificios residenciales e instalado nuevos comercios con buenos resultados –según algunos de sus propietarios–, sino que auguran que esta zona va para arriba.

José Luis Vázquez, socio del negocio Libros Selectos, señala que el mejoramiento en el centro de la ciudad ha sido muy notorio, y que hace tan sólo dos años había muy poca actividad, ya sea de día o de noche.

Señaló que después de los sismos muchos vecinos abandonaron la zona, mientras los comerciantes se quedaron sin clientela porque la gente dejó de acudir a los comercios ubicados en esa calle y las aledañas.

Sin embargo, añadió, desde la gestión de Andrés Manuel López Obrador las autoridades de la capital han desarrollado proyectos importantes para revitalizar el centro de la ciudad de México.

Hoy día la zona se puede considerar bastante segura, pese a que algunos medios de comunicación desaniman a la población a visitarla, al insistir en un manejo sensacionalista de la llamada inseguridad.

Afirma que un factor muy importante para recuperar las calles del centro es que la gente vuelva a vivir ahí.

José Ankie, dueño de un restaurante nuevo ubicado en la calle Independencia, comentó que le ha ido muy bien en su negocio, el cual abrió hace apenas dos meses y que tiene como clientela al personal de las grandes oficinas y de los nuevos edificios de departamentos.

Pero, inexplicablemente, la vida en esas calles termina antes de las 20 horas, ya que la gran mayoría de los comercios del centro de la ciudad de México, como los ubicados entre el Zócalo y Balderas, cierran poco después del anochecer, a pesar de que es una de las zonas más turísticas y transitadas de la ciudad.

Algunos comerciantes adujeron que la inseguridad es la causa por la que cierran temprano, pero también se observan paseantes y personas que laboran en la zona, que hacia las 20 horas buscan infructuosamente algún lugar para cenar algo o tomar un café en esos lugares antes tan alegres.

Por su parte, algunos policías indicaron que a las 20 horas la gente debe irse a descansar a su casa sin tener la posibilidad ya de salir a divertirse.

La falta de actividad comercial y de servicios genera falta de iluminación y de concurrencia en calles como las que comprenden el Barrio Chino y otras aledañas, donde hasta las cantinas se han adaptado a esas normas puritanas, a diferencia de unos pocos cabarets, donde los clientes siguen buscando por las noches la compañía femenina.

Ante la falta de oferta de servicios se benefician las grandes cadenas de abarrotes, como las tiendas Oxxo, que abren por la noche e incluso ofrecen servicio las 24 horas.

También ha sido ocasión para que personas humildes pongan puestos de antojitos en zaguanes de viejos edificios; así como muy contadas cafeterías, que abren hasta altas horas de la noche, los cuales iluminan sus locales con vistosos letreros.