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Esta semana asume la nueva administración; los socialdemócratas, a la oposición

Reducir impuestos a familias, ofrece el futuro gobierno centroderechista de Alemania

Berlín afronta un fuerte déficit presupuestario provocado por la peor crisis económica en 50 años

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La canciller alemana Angela Merkel (centro) junto a los líderes de los partidos Democrático Liberal, Guido Westerwelle (izquierda), y Unión Social Cristiana, Horst Seehofer, que conforman la nueva alianza gubernamental, posan después de ofrecer una conferencia de prensa en BerlínFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de octubre de 2009, p. 23

Berlín, 24 de octubre. Los conservadores de la canciller alemana Angela Merkel y sus nuevos aliados liberales presentaron hoy el programa de gobierno que incluye una promesa de disminución de impuestos por un total de 24 mil millones de euros (36 mil millones de dólares), a pesar de que el gobierno federal afronta un fuerte déficit presupuestal, agravado por la peor crisis económica en 50 años.

La nueva administración de centroderecha, que prestará juramento el próximo miércoles, reducirá la carga fiscal de las familias, reformará el impuesto para las empresas y el impuesto a la herencia, anunció Merkel durante una conferencia de prensa conjunta con el jefe de los liberales, Guido Westerwelle, su próximo ministro de Relaciones Exteriores.

El acuerdo de la coalición para el futuro gobierno alemán fue alcanzado tras maratónicas negociaciones que concluyeron esta madrugada, entre la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel, sus aliados bávaros de la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Democrático Liberal (FDP), que además del programa de gobierno sellaron el reparto de carteras.

La CDU de Merkel, el FDP y la CSU –equivalente bávaro de la CDU– lograron la mayoría en las elecciones legislativas del 27 de septiembre, lo que permitió a la canciller poner fin a su gobierno de coalición con el Partido Socialdemócrata, su tradicional adversario electoral.

Los conservadores querían limitar la reducción de impuestos a 20 mil millones de euros, mientras que el FDP había exigido aumentar los recortes. Pero luego del acuerdo, Merkel –que gobernará otros cuatro años en su segundo mandato– precisó que las reducciones fiscales comenzarán el primero de enero de 2010.

En una segunda etapa, el régimen fiscal –uno de los más complejos del mundo– será reformado a partir de 2011 para simplificarlo y hacerlo más justo, agregó Westerwelle, al referirse a una de sus promesas de campaña.

En total, para finales de 2013, 24 mil millones de euros de reducciones fiscales beneficiarán a los hogares y a las empresas alemanas, según el programa oficial.

Golpe a los asegurados

Simultáneamente, una reforma de la financiación del sistema de salud pública desembocará en el aumento de las cotizaciones de los asegurados, los únicos que deberán soportar el alza de los costos médicos provocados por el envejecimiento de la población, mientras las cotizaciones de los empleadores serán sometidas a un tope.

Estoy muy satisfecho con este acuerdo, declaró Horst Seehofer, líder de la CSU. Agregó que la cifra era correcta y que hemos logrado un resultado razonable para los próximos cuatro años y la coalición oficial ha establecido una buena plataforma para levantar Alemania, ya que con el recorte a los impuestos se buscará generar crecimiento.

La canciller y sus aliados se mostraron vagos en lo que respecta a la financiación de las medidas fiscales, luego de que la crisis vació las arcas del Estado.

Sin embargo, fuentes cercanas a las discusiones señalaron que el plan contempla financiamientos con la aplicación de nuevos endeudamientos antes de pasar a las medidas de austeridad para reducir el déficit público.

En ese contexto, las negociaciones se prolongaron debido a que el gobierno entrante luchaba por reconciliar su promesa de campaña de miles de millones de euros en recortes de impuestos y un compromiso separado para controlar el déficit del país, que ha aumentado por los masivos paquetes de estímulos.

Serán las economías, en primer lugar en el funcionamiento del aparato estatal, y el crecimiento futuro los que financiarán la falta de ingresos fiscales, sostuvo Guido Westerwelle.

A su vez, la canciller agregó que se trata fundamentalmente de alentar el empleo, recordando que “100 mil desempleados menos equivalen a un ahorro de 2 mil millones de euros.

La deuda alemana asciende ya a más de mil 500 millones de euros, o sea unos 20 mil euros por persona, y Alemania gasta varias decenas de miles de millones de euros anuales en pagar los intereses de su deuda.

Wolfgang Schaeuble, un veterano de la CDU que ya trabajó con el canciller Helmut Kohl, será el próximo ministro de Finanzas, anunció Merkel. Tendrá la dura tarea de reducir el déficit y tratará de que los gastos progresen menos rápidamente que el producto interno bruto, indicó Westerwelle.

Para preservar su jerarquía de potencia económica, el nuevo gobierno de coalición se fijó la meta de llevar a Alemania al primer lugar del mundo en materia de educación, ciencias e investigación, destacó la cancillería.

La lista de los miembros del gobierno todavía no fue publicada oficialmente, pero la cancillería confirmó los nombres difundidos por la prensa alemana.

Guido Westerwelle, que será vicecanciller y ministro de Relaciones Exteriores, confirmó su intención de pedir a los aliados que retiren las últimas cabezas atómicas estadunidenses de Alemania, porque quiere hacer de éste un país libre de armas nucleares.