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La medida no afectó los planes de cobertura de nuevas enfermedades, asegura

Por la contingencia se usaron sólo $720 millones del fondo contra gastos catastróficos: Chertorivski
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de mayo de 2009, p. 16

Los recursos tomados del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos para la atención de la epidemia de influenza A/H1N1 ascienden hasta ahora a 720 millones de pesos. Salomón Chertorivski, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), aseguró que la contingencia sanitaria no afectó los planes para la incorporación de nuevas enfermedades cubiertas por el fondo, e incluso se analiza la posibilidad de incrementar en este año los grupos de edad que reciben la vacuna preventiva de influenza estacional.

En entrevista, el funcionario comentó que al 30 de abril los recursos del fondo ascendían a 8 mil 361.8 millones de pesos y para el resto del año se tienen previstos ingresos por 5 mil 908.7, con base en lo dispuesto por la Ley General de Salud en la materia, para alcanzar 14 mil 270.5 millones de pesos al final de 2009.

De este monto se destinarán alrededor de 6 mil millones de pesos para pagar la atención y tratamientos médicos de ocho grupos de enfermedades conformadas por 49 intervenciones clínicas, entre ellas VIH/sida, cáncer de la mujer (mama y cérvico uterino) y tumores malignos de niños y adolescentes.

Esa cantidad también incluye el dinero aplicado durante la epidemia de influenza A/H1N1 y lo que las autoridades estiman invertir en el aumento en el número de dosis de vacunas contra este virus. Después de eso quedarían más de 8 mil millones de pesos disponibles.

De ahí que, de acuerdo con Chertorivski, el fondo de gastos catastróficos goza de buena salud y por ahora no es necesario que exista una recuperación de la cantidad invertida para el control del nuevo virus de la gripe.

Al inicio de la contingencia sanitaria, el gobierno federal, mediante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, informó que estaban disponibles de manera inmediata 6 mil millones de pesos.

En esos días, el secretario Agustín Carstens aseguró que de darse el caso el gobierno federal dispondría de lo que fuera necesario para hacer frente a la epidemia; incluso habló de triplicar el monto disponible en el fondo de gastos catastróficos.

Bajo esa perspectiva, se autorizó inicialmente el uso de mil 670 millones de pesos, de los cuales se han ejercido 720 millones en la compra de medicamentos antivirales para controlar el virus A/H1N1, los equipos de laboratorio para la determinación de éste, alcohol en gel, mascarillas e insumos para la protección del personal de salud, entre otros. El resto del dinero sigue disponible, indicó Chertorivski.

Comentó que la decisión de utilizar los recursos acumulados en el fondo de gastos catastróficos se originó por la posibilidad de disponer de ellos en forma inmediata y dar una respuesta ágil a la epidemia. Desde el principio quedó claro, aseguró el funcionario, que dependiendo del monto que se tomara, el gobierno federal tendría que resarcirlo para garantizar la continuidad de los programas que lleva a cabo.

Tercera vía médica

El fondo de gastos catastróficos surgió como parte de la reforma a la Ley General de Salud por la cual se creó el Sistema Nacional de Protección Social en Salud y su brazo operativo, el Seguro Popular. Este esquema se planteó como el tercer pilar de la seguridad social en el país para asegurar la cobertura de servicios médicos a las personas que no tienen acceso ni al IMSS ni al ISSSTE.

En ese contexto, el Fondo de Gastos Catastróficos se planeó como una bolsa donde los estados aportan una cantidad de recursos, a fin de poder cubrir progresivamente el costo de la atención y tratamientos médicos de las enfermedades de alto costo, como el cáncer.

Chertorivski también mencionó que los planes del fondo no han cambiado, por lo que se continúa con la valoración de los padecimientos que podrían incorporarse en los próximos meses, incluida la ampliación de la cobertura de la vacuna contra la influenza.

Desde 2004, el biológico se aplica de manera gratuita a los niños menores de 3 años y a los adultos mayores de 60, aunque en la actual epidemia por el nuevo virus se observó que los mayores daños a la salud y muertes se han registrado entre individuos de 20 a 40 años de edad.