La compañía Jauría Teatro vuelve al Centro Nacional de las Artes (Cenart) para una nueva temporada de Border Santo, obra de Virginia Hernández, en el Foro Antonio López Mancera, donde debutó en julio del año pasado la agrupación de jóvenes actores egresados de la Escuela Nacional de Arte Teatral. La pieza acaba de concluir una temporada en el Teatro El Granero Xavier Rojas, de la Unidad Cultural del Bosque. Jauría Teatro es dirigido por Juan Carrillo, quien fue docente de sus integrantes en su último año de carrera.

Border Santo es una historia de la frontera, el fanatismo religioso, la migración y la búsqueda del sueño americano. También toca la trata de personas. Se desenvuelve en una atmósfera de realismo mágico, en cuyo cruce de historias los vivos y los muertos conviven tal vez sin darse cuenta. Son evidentes las referencias a Pedro Páramo, de Juan Rulfo, y El camino rojo a Sabaiba, de Óscar Liera.

Citlali Chong, actriz y productora de la puesta en escena, explica que fue el propio Carrillo quien propuso montar Border Santo, obra estrenada originalmente en 1999 en Tijuana, donde radica Virginia Hernández (Ixtapa, Nayarit, 1959), ya que coincidía con los intereses en general de los actores.

El término realismo mágico viene de la literatura y tiene que ver con un movimiento literario originado en América Latina hacia los años 30 del siglo pasado. Es un tipo de narrativa en la que lo extraño y peculiar se presenta como algo cotidiano. Para Chong, juega con el hecho de que todas las posibilidades pueden existir dentro del realismo.

▲ Escena de la obra de Virginia Hernández, la cual invita a la reflexión sobre el fanatismo religioso y la migración.Foto cortesía Centro Nacional
de las Artes

Es decir, “veo pasar un carro y sé que va hacia adelante, no hacia atrás porque chocaría. En el realismo mágico el coche puede ir hacia adelante y hacia atrás, sin que choque, porque se abre un mundo de posibilidades. Por ejemplo, si va a chocar con un coche de atrás, éste puede moverse. En Border Santo hay una escena con Ascensión, uno de los personajes principales, que al llegar a la frontera tiene dos posibilidades: cruzar o morir allí mismo”.

Para exponer la situación fronteriza, los actores se presentan en ropa interior o con vestuarios incompletos, ya que la exposición de sus pieles en un espacio vacío genera una atmósfera de desamparo y presenta la idea de aquel que vaga mientras lo va perdiendo todo. Recuerda los cuerpos encontrados en el desierto, semidesnudos.

La obra tiene un matiz religioso en la medida que los migrantes buscan aferrarse a algo que les dé fe, por ello acuden a los santos locales, como el popular Jesús Malverde y santa Eduviges.

La actriz describe que en las calles y el transporte público vemos a las personas que van cruzando nuestro país. Viajar en el Metro te da la posibilidad de empatizar con sus vidas y darte cuenta de que no todas las personas vivimos y pasamos por lo mismo. Como seres humanos necesitamos algo en qué creer, lo que nos mueve para seguir adelante en aras de nuestros sueños.

Border Santo se presentará del 6 al 27 de abril en el Foro Antonio López Mancera, ubicado en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco 79, colonia Country Club).