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Balance desde 1970

Estados Unidos, en su peor racha de asesinatos masivos por extremismo

La amenaza actual son los tiradores supremacistas, aseguran expertos

 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de febrero de 2023, p. 24

Washington. La cifra de asesinatos masivos relacionados con manifestaciones de extremismo en Estados Unidos fue al menos tres veces más alta en los 10 años recientes que en cualquier década desde 1970, según un reporte de la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés).

El reporte, facilitado a The Associated Press antes de su publicación el jueves, halló también que todos los asesinatos extremistas identificados en 2022 estaban vinculados al radicalismo, con un número especialmente elevado relacionado con el supremacismo blanco. Entre ellos está el tiroteo racista perpetrado en un supermercado en Buffalo, Nueva York, en el que murieron 10 compradores negros, y el registrado en un club LGBT en Colorado Springs, Colorado, que dejó cinco fallecidos.

No es exagerado decir que vivimos en una época de asesinatos masivos a manos de la ultraderecha, indicó el reporte del Centro de Extremismo de la ADL.

Entre las décadas de 1970 y 2000 se registraron de dos a siete incidentes de este tipo, pero en la de 2010 la cifra se disparó hasta 21, de acuerdo con el informe.

La tendencia ha continuado al alza desde entonces, con cinco asesinatos en masa con tintes extremistas en 2021 y 2022, tantos como durante la primera década del nuevo milenio.

Creciente promoción de la violencia

La cifra de víctimas mortales también se ha incrementado: entre 2010 y 2020, 164 personas perecieron en asesinatos masivos con aspectos ideológicos, apuntó el reporte. Este número es muy superior al de cualquier otra década, a excepción de la de los años 90, cuando un atentado en un edificio federal en Oklahoma City cobró 168 vidas.

Los asesinatos extremistas son aquellos perpetrados por personas vinculadas a movimientos e ideologías radicales.

El aumento registrado en la última década se debe a la combinación de varios factores. Hubo incidentes inspirados por el ascenso del grupo extremista Estado Islámico (EI), así como un puñado contra la policía tras balaceras a civiles y otros ligados a la creciente promoción de la violencia por parte de supremacistas blancos, afirmó Mark Pitcavage, investigador principal del Centro de Extremismo.

El grupo de expertos en conducta criminal tiene la misión de dar seguimiento estadístico de los asesinatos relacionados con varias formas de radicalismo en Estados Unidos y los recopila en un informe anual. En 2022, identificó 25 incidentes de este tipo, un descenso respecto de los 33 del año anterior.

El 93 por ciento de los asesinatos del año pasado se cometieron con armas de fuego. El reporte indicó además que, por primera vez desde 2011, ningún agente de policía murió a manos de extremistas.

Con el declive de EI, la principal amenaza a corto plazo podrían ser los tiradores supremacistas blancos, añadió el informe.

Por otra parte, el incremento en el número de intentos de asesinatos en masa es una de las tendencias más alarmantes de los años recientes, según el vicepresidente del centro, Oren Segal. No podemos quedarnos parados y aceptar esto como la nueva normalidad, expresó.

Temen reos a la inyección letal caducada

En tanto, los reos John Balentine y Wesley Ruiz, dos condenados a muerte en Texas, reclamaron semanas antes de su ejecución que la inyección letal que recibirían podía contener un fármaco vencido potencialmente causante de sufrimiento innecesario, situación prohibida por la ley en Estados Unidos.

Balentine y Ruiz pidieron ante un tribunal a fines de 2022 prohibir al Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ), en el sur de Estados Unidos, el uso de sustancias vencidas en las ejecuciones.

Según la información a la que accedieron, el TDCJ tiene existencias de pentobarbital –sustancia que Texas usa en las inyecciones letales– caducado hace mucho.

Dada la antigüedad de los medicamentos (...) el pentobarbital que pretenden usar (...) actuará imprevisiblemente, obstruyendo las vías intravenosas durante la ejecución y causando dolor innecesario, indica el documento. La autoridad penitenciaria no se ha manifestado al respecto.

Ruiz fue condenado por matar a un policía en 2007 y Balentine por un triple asesinato en 1998.