Cine y mujeres espías
l cine adora poner de protagonistas a las agentes secretas. La más célebre, la bailarina Margaretha Zelle (1876-1917), Mata Hari, fusilada en Francia por obtener información para Alemania en la Primera Guerra Mundial. Sus amantes destacados: el barón de Rothschild, el compositor Giacomo Puccini y el empresario chocolatero Meunier. Los pocos secretos que obtuvo no eran como para recibir tal castigo. Pero su personaje glamuroso lo interpretaron las actrices más bellas del mundo, y se convirtió en el personaje mitológico del espionaje en el cine y las artes.
Sin embargo, el cine ha caricaturizado a las espías mediante su hipersexualización. Mostrar a las patriotas mujeres que han sido espías es como inicia la exposición Top Secret, el cine de espionaje, en la Cinemateca de Francia. Ejemplos: Marlen Dietrich y Josephine Baker en favor de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, o Hedy Lamarr, famosa por protagonizar el primer orgasmo en el cine. Ella inventó en 1942, junto con el pianista George Antheil, un sistema para detectar torpedos.
La exposición es un detallado recorrido que va del cine mudo a las películas de Fritz Lang, Hitchcock, Mankiewicz, Houston o Peckinpah, y de las del Agente 007 a las series que hoy ofrecen las cadenas de entretenimiento, entre las que destaca Homeland. Se ilustra con sistemas y objetos usados por espías para obtener información. Están los de los nazis y las potencias que lucharon contra ellos. Resalta el sistema empleado por el inglés Alan Turing para descifrar los mensajes de los alemanes. La lista de los utilizados en la realidad y en el cine no tiene límite: desde estuches de lápiz labial, anillos, pulseras y relojes hasta los de técnicas muy avanzadas para obtener información y/o deshacerse de un enemigo. Como los de la CIA estadunidense, la KGB soviética o la Stasi de Alemania Oriental.
La muestra cierra con un documental sobre el periodismo de investigación.
El espionaje reina en el mundo, y no sólo vía agencias de inteligencia de los países, sino también por las redes sociales y los conglomerados industriales.