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Advierten sobre el riesgo de las duchas vaginales
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de octubre de 2022, p. 12

Las duchas vaginales pueden originar más problemas que soluciones, pues acaban con los microorganismos de la zona, incluidos los lactobacilos que realizan una labor protectora, señaló el infectólogo Gerardo Casanova Román, presidente fundador de la Asociación Mexicana para el Estudio de las Infecciones de Transmisión Sexual.

El experto explicó que los antisépticos que contienen las duchas vaginales, entre ellos el benzal, acaban con la flora bacteriana vaginal.

Esos productos matan parejo a todas las bacterias, por eso no son recomendables; es inadecuado, la vagina tiene sus mecanismos propios de limpieza, de tal forma que está contraindicadísimo estarse haciendo duchas vaginales, y menos con sustancias como vinagre o carbonato. Si se tiene cándida (hongo) es porque la vagina tiene mucha acidez y si usan vinagre van a empeorar esto, y si usan carbonato y tienen vaginosis, la van a aumentar.

Los lavados vaginales crean disbiosis, es decir, una alteración del microecosistema vaginal. A las pacientes les decimos no estés creando tu propia enfermedad, deja que tu vagina haga lo propio y si tienes una infección, nosotros (los médicos) te daremos el tratamiento adecuado.

Muchas de quienes recurren a estos procedimientos de limpieza vaginal lo hacen para eliminar olores y, justamente, Casanova Román, subdirector médico del Hospital General Doctor Maximiliano Ruiz Castañeda, advirtió que son señales de infección. Tal es el caso de la vaginosis, que no genera comezón ni ardor, sólo flujo blanquecino y con intenso olor a aminas, lo que comúnmente la gente refiere como olor a pescado.

Hay mujeres que, erróneamente, consideran que ese aroma es característico de la zona, comentó el experto, lo cual podría indicar que han tenido la afección por años.

Cuando la vaginosis no se trata, las bacterias pueden ascender y llegar a las tubas (trompas) e inflamarlas, lo que origina problemas de fertilidad, embarazos ectópicos, ruptura de membranas y parto pretérmino. De las tubas puede pasar a la cavidad abdominal y genera enfermedad pélvica inflamatoria.

Las infecciones vaginales son la primera causa de consulta ginecológica en México y éstas se presentan al menos una vez en la vida de todas las mujeres.

De 70 a 90 por ciento de las mujeres en México han padecido candidiasis alguna vez en su vida; entre 40 y 50 por ciento, vaginosis, y de 14.6 a 20 por ciento, infección mixta.

La enfermedad por tricomonas (parásito de transmisión sexual) genera irritación y flujo con olor pútrido, tiene una prevalencia en el país de entre 2 y 4 por ciento.

En conferencia de prensa en la que se anunció la llegada a México de un nuevo tratamiento contra esas afecciones a base de cloruro de decualinio (tabletas vaginales), precisó que la enfermedad por cándida ocasiona picazón, flujo grumoso e inflamación.