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Cervantino 50
Luz sonora: Celebrando a Mario Lavista transforma el duelo en danza

El homenaje consiste en coreografías a cargo del Ceprodac sonorizadas con los cuartetos de cuerdas del compositor fallecido en 2021 // Claudia Lavista le dedica Toque de silencio // Mi papá sigue presente en sus sonidos, comparte la bailarina // Se presentará en el 50 FIC

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▲ El espectáculo se presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el pasado fin de semana.Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de octubre de 2022, p. 6

En el espectáculo Luz sonora: Celebrando a Mario Lavista no sólo se escuchan los cuartetos de cuerdas del compositor fallecido el 4 de noviembre del año pasado, sino también se sienten y se lloran, con las propuestas coreográficas ejecutadas por los 19 bailarines del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac).

Las emociones que causa la muerte de un ser querido se convierten en danza en este homenaje a Mario Lavista, que su hija Claudia organizó junto con los coreógrafos Víctor Manuel Ruiz, Raúl Tamez y Melva Olivas.

El homenaje coreográfico Luz sonora: Celebrando a Mario Lavista, que se presentó este fin de semana en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, tendrá dos funciones más en la edición 50 del Festival Internacional Cervantino (FIC) los días 20 y 21 de octubre en el Teatro Juárez, en la ciudad de Guanajuato.

Mientras el cuarteto de cuerdas Luz Sonora (Francisco Ageo Méndez Peña, primer violín; Itzel Conde, segundo violín; Alexander Bruck, viola, y Jorge Andrés Ortiz, violonchelo) interpreta la música de Mario Lavista desde un enorme círculo iluminado, los bailarines muestran los ciclos de vida.

Conmueve ver los cuerpos resquebrajados y frágiles por el dolor. En una de las piezas vemos seres que se sienten incompletos y se aferran a otro cuerpo para sentirse plenos.

Cada obra representa una experiencia de duelo, una manera de ver el ciclo de la vida y la trascendencia del ser al morir. Aquí no hay historias, sólo sentimientos enmarcados por juegos de luces, elemento esencial de este espectáculo.

Las obras coreográficas que interpretan los bailarines del Ceprodac son Da Lontano, como una bruma sonora, de Raúl Tamez, con el Cuarteto no. 4. Sinfonías (1996); El último viaje, de Víctor Manuel Ruiz, con el Cuarteto no. 3 Música para mi vecino (1995), y Ecos, de Melva Olivas, a partir del Cuarteto no. 2 Reflejos de la noche (1984).

El homenaje al compositor y pianista finaliza con las obras Toque de silencio (a mi padre), de Claudia Lavista, con Cuarteto de cuerdas no. 8. Toque de silencio (2017) y Nocturno (1982) para flauta en sol, pieza interpretada por Alejandro Escuer.

Este es un gran homenaje muy amoroso a mi padre, expresó la coreógrafa sobre Luz sonora: Celebrando a Mario Lavista, con el que ella cierra su duelo.

Mi padre se volvió un árbol

Al referirse a Toque de silencio, que tiene el mismo nombre del Cuarteto 8, la creadora comentó en uno de los ensayos que esa pieza es como una larga procesión de la vida, donde, por medio del vestuario, se puede ver el cambio de lo funesto, por la ropa de negro, a la naturaleza con el uso de ramas. Son seres que han transitado un ciclo.

La pieza finaliza con la música Nocturno, interpretada por Escuer, donde se observa de qué manera la luz es el portal hacia otra dimensión.

Tengo la impresión de que mi papá vive en la naturaleza por muchas cosas que me han pasado este año. La última imagen es una evocación a mi padre que se volvió un árbol. Todo es una metáfora. Mi papá ya no está físicamente, pero está presente en sus sonidos, compartió Claudia Lavista.

Además de las cuatro coreografías del espectáculo y la interpretación de los cuatro cuartetos, al inicio del homenaje se presenta la videodanza Ofrenda, que se grabó en Israel y contó con la dirección de Alexander Dahm y la actuación de la bailarina rusa Julia Mezhetskaya.

“La videodanza se hizo en lugares increíbles, como el desierto de Judea, la torre de David, unas formaciones rocosas en medio del desierto muy cerca de Jerusalén. Es una pieza sobre el luto, el duelo, cómo se transita un duelo. La música Ofrenda para flauta de pico es interpretada por Horacio Franco”, explicó la coreógrafa.

Entre cada pieza se escucha la voz en off de Mario Lavista explicando aspectos interesantes de su vida, como cuando conoció a John Cage o su interés por la música religiosa y contemporánea, y la improvisación.

Luz sonora: Celebrando a Mario Lavista se presenta en la edición 50 del Cervantino el 20 y 21 de octubre a las 21 horas en el Teatro Juárez de Guanajuato.