Opinión
Ver día anteriorSábado 1º de octubre de 2022Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Penultimátum

Misteriosas muertes en Rusia

E

ste año, varios empresarios rusos, principalmente del sector energético, murieron en circunstancias nada comunes. El pasado primero de septiembre, Ravil Maganov, jefe de la junta directiva de Lukoil, la petrolera más importante del país, murió, según las autoridades, tras caer de un sexto piso en un acreditado hospital de Moscú. Dijeron que no se halló nota de suicidio. En un comunicado, a pocos días de iniciadas las hostilidades en Ucrania, la dirección de Lukoil las calificó de tragedia y pidió su fin.

El primer empresario muerto en 2022 fue Leonid Shulman. Lo hallaron en enero en el baño de su casa. Era jefe de Inversiones en Transporte de Gazprom, otra de las grandes compañías rusas. El siguiente en morir fue Alexander Tyulakov, ex vicepresidente de la misma firma. Se ahorcó en el garaje de su mansión, cerca de San Petersburgo. Nadie creyó la versión de la policía. También fuera de Rusia hay suicidios de empresarios, como el del magnate ucranio Mijail Watford. Murió en febrero en su palacete de Surrey, Inglaterra. Se hizo inmensamente rico durante las privatizaciones de empresas energéticas soviéticas a finales del siglo pasado.

En 2015, el ex coronel de la KGB Alexander Litvinenko murió en Inglaterra envenenado por los servicios de inteligencia de Moscú, como sucedió en 2018 al ex espía Sergei Skripal y a su hija Yulia. Y no son los únicos: hace dos años envenenaron también a Alekséi Navalni, severo crítico de Putin y de la corrupción que lo rodea. Lograron salvarlo en Alemania. Regresó a su país, donde fue condenado a nueve años de cárcel acusado de delitos contra el Estado.

Quienes están en desacuerdo con la invasión rusa a Ucrania y al llamado a las armas a 300 mil reservistas temen por la vida de Marina Ovsiánnikova, periodista que en una emisión en vivo de la televisión pública y en las redes sociales denunció dicha invasión.

Está detenida y acusada de difundir información falsa sobre el ejército ruso. Un artículo del código penal prohíbe hacerlo. Ese artículo también sirvió para acusar a los conocidos artistas Vladimir Kara-Murza, Ilya Yashin y Sasha Skochilenko.

En unos días Ovsiánnikova será juzgada. Sus amigos y admiradores advierten que goza de cabal salud y no tiene intención de suicidarse.