En un hecho sin precedente, dos mujeres del colectivo Hasta Encontrarte –de familiares de desaparecidos– escalaron el jueves pasado el monumento de la Estela de Luz, de 104 metros de altura, para desplegar durante 10 horas una enorme manta en contra de la militarización: 16 años de impunidad militar. No al golpe militar. Para cuándo nuestra independencia del Ejército. El pacto militar también es patriarcal. Guardia Nacional en Sedena igual a más Militarización.

Esta iniciativa, que acompañó el grupo Seguridad sin Guerra, tardó 20 horas y requirió apoyo de elementos de Protección Civil y Cruz Roja.

La jornada comenzó a las 6:30 de la mañana, cuando las dos activistas iniciaron su ascenso portando cascos, arneses, cuerdas y la enorme manta de 4 metros de ancho y 100 metros de alto, con un peso de 70 kilos. Una valla formada por integrantes del citado colectivo, así como de la Brigada Marabunta, impidió que policías desplegados en la zona frenaran la acción.

Para los familiares de las víctimas –en su mayoría mujeres procedentes de Guanajuato–, en el 212 aniversario de la Independencia de México no había nada que celebrar, y lo expresaron al grito: Viva México, el país de los más de 100 mil desaparecidos.

Al mismo tiempo, reprocharon que el Congreso de la Unión aprobara que la Secretaría de la Defensa Nacional tome el control administrativo y operativo de la Guardia Nacional, sin consultar a las víctimas.

Nosotras somos las que sufrimos como sociedad sus malas decisiones, expresaron, mientras sus compañeras continuaban escalando la estela.

Si bien las dos activistas –cuya identidad se reservó– alcanzaron, alrededor de las 11 horas, la cima del cuestionado monumento que construyó el ex presidente Felipe Calderón para conmemorar el Bicentenario de la Independencia en 2010, las maniobras para asegurar la manta requirieron de varias horas; su despliegue comenzó pasadas las 22:30 horas, con el apoyo de dos elementos de Protección Civil y uno de la Cruz Roja, que también escalaron la estela.

La manta quedó totalmente colocada cuatro horas después –a las 2:30 de la madrugada del viernes–, entre gritos y aplausos. Es decir, 20 horas después.

Las activistas –que desde principios de año recibieron entrenamiento para escalar– descendieron del monumento hasta asegurarse de que las láminas superiores de la estructura no colapsaran.

Más tarde, elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México, con el apoyo de Protección Civil, escalaron el monumento y retiraron la manta alrededor de las 12:40 horas, ante el riesgo de desprendimiento.