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México SA

Fin a las concesiones de agua// Corporativos las acaparan// Funcionarios a su servicio

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▲ El presidente López Obrador anunció ayer que el gobierno federal no otorgará más conce-siones para extraer agua. La imagen, en el muni-cipio de Guadalupe, Nuevo León, entidad gravemente afectada por el desbasto del vital líquido.Foto Cuartoscuro.com
E

n la mañanera de ayer el presidente López Obrador anunció que el gobierno federal no otorgará más concesiones para extraer agua, y analiza la propuesta de quienes apoyan una reforma a la legislación vigente en la materia. Entonces, es cuestión de definir y también de terminar con la corrupción porque, parece mentira, puede estar prohibido y se dan las concesiones, incluso en este gobierno.

Anunció: la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya no va a otorgar concesiones, pero tiene que ver también con las autoridades estatales y municipales, que cuiden estos recursos, que no pase lo que en La Laguna; eso no se pue-de repetir. Y, sí, es ejemplar lo que se ha hecho en producción lechera en esa zona, pero ese modelo hay que trasladarlo a otras regiones, porque la alfalfa consume mucha agua, y no hay.

Reconoció que “se entregaron permisos ya en el gobierno nuestro. Claro, nada que ver con los administraciones anteriores, en cuanto a volumen. Pero se hizo un estudio y me dijeron: ‘mire lo que encontramos’; por lo mismo, porque se va depurando arriba, limpiando arriba, pero falta abajo, falta ir todavía limpiando abajo de corrupción, y hay secretarías, bueno, que estaban tomadas, secuestradas por completo”.

Lo cierto es que, mediante concesiones gubernamentales, miles y miles de millones de litros de agua van a parar a los grandes corporativos lecheros, refresqueros, cerveceros, mineros y más, que acaparan lo que es para consumo humano. Incluso, López Obrador recordó que como inquilino de Los Pinos Vicente Fox nombró director de la Conagua a Cristóbal Jaime Jáquez, quien, minutos antes de tomar posesión del cargo, despachaba como gerente de la empresa Lala, una de las acaparadoras y que en esa administración, como en las siguiente, vio crecer como espuma su número de concesiones.

Pero no fue el único nombramiento a modo. El propio Fox fue empleado de Coca-Cola, empresa que en México vende un volumen tan brutal de refrescos que el agua por ella utilizada para producirlos es suficiente para el consumo normal diario de cuando menos 15 millones de personas. Y como Lala, esta empresa del consorcio regiomontano Femsa (también dueño de la cadena Oxxo, y antes fabricante de cerveza) obtuvo concesiones incalculables.

Lo mismo, por ejemplo, con Grupo Industrial Bimbo, de la siempre pía familia Servitje: miles y miles de millones de litros de agua, mientras muchas de las zonas en la que vende sus productos carecen del líquido vital. Igual con el consorcio Bachoco, la de los pollos, cuyos dueños no sólo consumen multimillonarias cantidades de agua, sino que colocaron a uno de sus familiares en el gobierno de Sonora: Eduardo Robinson Bours, el de la guardería ABC de Hermosillo. Y así por el estilo. ¿Por qué Fox designó a Jáquez al frente de Conagua? López Obrador intentó una respuesta: sólo porque tenía simpatía con los dueños de la empresa (Eduardo Tricio Haro), pero olvidó mencionar el elevadísimo cuan creciente nivel de corrupción y la compraventa de favores. Pero la designación de funcionarios al gusto de ese barón no fue exclusiva del corporativo Lala.

En el gabinete foxista, por lo menos siete secretarios de Estado y cuatro directores de empresas públicas sobresalieron (oficialmente hasta el 30 de noviembre de 2000, un día antes de que el hoy mariguanero tomara posesión) como dueños, directivos y/o miembros de los consejos de administración de corporativos nacionales y transnacionales, como Vitro, Bimbo, Sabritas, Gillette, Jafra, Telmex, Bancomer, Casa de Bolsa Vector, Avantel, Seguros Comercial América, Grupo Posadas, IMSA, Bufete Industrial, Sears de México y Dupont México, entre otros (lo mismo pasó en el sexenio de Calderón). Todos, moche de por medio, al servicio del gran capital.

Entre los citados, apareció Francisco Gil Díaz, empleado de Roberto Hernández, en la Secretaría de Hacienda (fue él, como funcionario, quien no evitó la ostentosa evasión fiscal de los vendedores de Banamex); Ernesto Martens, de Grupo Monterrey, en la Secretaría de Energía (su sucesor fue Felipe Calderón); Pedro Cerisola, empleado de Carlos Slim, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; Fernando Canales Clariond –de la cúpula empresarial regia–, en las secretarías de Economía y Energía; y Leticia Navarro, presidenta mundial del corporativo Jafra, en la Secretaría de Turismo.

Las rebanadas del pastel

Y así como con el agua, todo lo demás. El gobierno al servicio del gran capital.