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También son hostigadas, lamentan

Alumnas denuncian falta de material didáctico y de uso diario en la Normal de Teteles

Demandan la salida del director, que se ha negado a divulgar el destino de los recursos entregados al plantel

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▲ En una visita a La Jornada, normalistas de Teteles, Puebla, señalaron las irregularidades en que ha incurrido el cuerpo directivo de esa institución. Para mantener el anonimato, cubren sus rostros con libros producidos en esta casa editorial.Foto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de junio de 2022, p. 9

Estudiantes de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán de Teteles, Puebla, denunciaron la falta de acceso a artículos básicos como colchas, sábanas y materiales didácticos, así como el deterioro de su infraestructura, como instalaciones hidrosanitarias, el comedor y los dormitorios donde residen cerca de 400 alumnas que se forman como futuras maestras rurales.

En entrevista con La Jornada, señalaron que el gobierno estatal de Miguel Barbosa no cumplió las minutas suscritas con las alumnas en 2019 ni con las demandas de su pliego petitorio 2021, mientras el cuerpo directivo, encabezado por Antonio García Ordóñez, “está promoviendo el número de alumnas externas –que no residen en el internado–, a quienes ofrece un trato preferencial, lo que fomenta la división entre las estudiantes”.

Por ello, demandaron su destitución y el nombramiento de un nuevo cuerpo directivo, en cuya designación pueda participar la comunidad estudiantil. Cuando García Ordóñez llegó como director interino, estaba abierto a escuchar y atender las demandas de las alumnas. Pero esa comunicación se rompió, pues en reiteradas ocasiones ha rechazado dar a conocer el destino de los recursos que se asignan a la Normal, con el argumento de que ese no es nuestro asunto, cuando de esos fondos depende nuestro sustento.

Hijas de campesinos y obreros de la región centro y sur del país, las jóvenes, quienes cursan sus estudios para ejercer como profesoras de primaria y telesecundaria en zonas rurales y de alta marginación, destacaron que también existe una campaña de hostigamiento y descrédito. No sólo nos acusan de delincuentes y revoltosas, incluso hay compañeras normalistas, muy cercanas al cuerpo directivo, que rechazan los principios de trabajo colectivo que se sigue en el internado, que afirman que se les maltrata, cuando hemos invitado a que se acuda al internado para ver cómo es nuestro día a día.

Oportunidad de vida

Muchas, afirma Ana, alumna en Teteles y futura maestra de telesecundaria, venimos del campo, de comunidades muy marginadas, donde no contamos con ningún recurso para continuar nuestra formación, y la Normal nos ofrece esa oportunidad de vida para educar a quienes el gobierno simplemente ignora.

Inscritas en una de las normales rurales más antiguas del país (fue fundada en 1932) y actual sede de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), recordaron también la muerte de dos compañeras hace poco más de un año, quienes también participaban en las movilizaciones para exigir el cumplimiento de su pliego petitorio.

Ni $25 por comida

Denunciaron que tampoco se atendió su demanda de incrementar la ración diaria de alimentos (de 72.82 pesos para las tres comidas), que resulta totalmente insuficiente, pues incluso hay compañeras que, si se van de práctica a comunidades lejanas, no siempre alcanzan ración, y tampoco sabemos el destino de los recursos para alimentos que se otorgaron durante la pandemia, cuando todas tuvimos que volver a nuestros hogares.

El gobierno de Puebla, señalaron, no entrega desde enero pasado los fondos para la adquisición de material didáctico, cuyo monto mensual es de 28.39 pesos por alumna, y que ahora pretende asignar en tarjetas bancarias, pese a que no hay cajeros automáticos en su comunidad, y acudir al más cercano requiere usar un transporte que cobra 15 pesos.

Además, indicaron, no cumplió con la promesa de entregar un autobús para el traslado de las alumnas a sus prácticas de campo ni la recuperación de un vehículo dañado durante la represión que sufrieron el año pasado.