La décima Cumbre de Líderes de América del Norte se llevará a cabo en México, en diciembre, anunciaron ayer el canciller Marcelo Ebrard y sus pares de Estados Unidos, Antony Blinken, y de Canadá, Mélanie Joly.

Los funcionarios sostuvieron una reunión trilateral en el contexto de la última jornada de la novena Cumbre de las Américas, en Los Ángeles, donde abordaron la planificación del encuentro de mandatarios en el que participarán el mexicano Andrés Manuel López Obrador, el estadunidense Joe Biden y el canadiense Justin Trudeau.

El canciller Ebrard dijo que hay un propósito común de preparar la Cumbre de Líderes de América del Norte de este año, que se va a celebrar en México, tal vez en la Ciudad de México.

En la declaración trilateral, difundida por la Secretaría de Relaciones Exteriores, se comprometieron a “revigorizar la forma en que abordamos juntos los problemas de nuestro tiempo.

Afirmamos nuestro sólido compromiso con los principios democráticos y tenemos la intención de cooperar estrechamente para defender el multilateralismo y el orden internacional basado en reglas, apoyar el estado de derecho, promover el crecimiento inclusivo, invertir en el desarrollo de las comunidades, proteger y promover los derechos humanos, impulsar la igualdad de género y reforzar la democracia al interior e inspirar el desarrollo democrático en todo el mundo.

Migración, entre los temas

Reafirmaron también el apoyo a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania; condenaron la invasión no provocada de Rusia, y enfatizaron la necesidad urgente de permitir y facilitar el paso rápido y sin impedimentos de ayuda humanitaria para los civiles necesitados.

Manifestaron el compromiso de abordar las causas fundamentales de la migración irregular y la pobreza, así como invertir en la región. Asimismo, apoyar y fortalecer el proceso democrático de Haití; tomar medidas audaces, rápidas y coordinadas para abordar la crisis climática, y promover enfoques feministas, así como eliminar barreras estructurales e indirectas para las personas marginadas.

Los funcionarios reconocieron el lugar integral de los pueblos indígenas en América del Norte y sus contribuciones a la diversidad y riqueza de nuestra cultura y sociedad, y agregaron que su visión apunta a lograr un progreso real hacia la reconciliación y una relación renovada basada en el respeto, la verdad, la cooperación, la asociación y en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.