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Forense revela que el ex piloto Max Mosley se suicidó en 2021
 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de marzo de 2022, p. a12

Londres. El ex piloto y antiguo presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Max Mosley, fallecido en 2021 a los 81 años de edad, se suicidó después de descubrir que, debido al cáncer que padecía, le quedaba poco tiempo de vida, reveló la investigación sobre su muerte.

Durante la audiencia delante de la justicia en Londres, la forense Fiona Wilcox, encargada de determinar las causas del deceso, concluyó que se trataba de un suicidio por arma de fuego, que tuvo como factor contributivo un linfoma terminal doloroso e incapacitante diagnosticado en 2019.

El antiguo presidente de la FIA entre 1993 y 2009, influyó en el deporte motor por más de 30 años, también como creador en 1970 de la Asociación de Constructo-res de Fórmula 1, para defender los derechos de las escuderías y mantener un control común del deporte.

Max era el hijo de Oswald Mosley, fundador durante los años 30 del partido British Union of Fascist, se casó de nuevo en Alemania en presencia de Adolf Hitler y Joseph Goebbels, y que a partir de 1940 estuvo en la primera línea de los simpatizantes de Reino Unido con la Alemania nazi.

El británico desarrolló gusto por las carreras de automóviles que lo llevaron al seno de los equipos de Fórmula 2 de Brabham y Lotus, hasta su retirada como piloto en 1969.

Mosley cedió los mandos de la FIA al francés Jean Todt en 2009, tras un escándalo por una orgía nazi por la difusión de fotos y videos de una sesión sadomasoquista en la que aparecía en compañía de cinco jóvenes prostitutas hablando alemán.

En julio de 2008 obtuvo más de 76 mil euros (83 mil 340 dólares) como indemnización por daños e intereses del desaparecido diario News of the World, medio que hi-zo la revelación, y que llevó a Mosley a hacer campaña por un reglamento más estricto de la prensa.

La justicia británica estimó que la escena de sexo sadomasoquista difundida por el diario en su web no presentaba un carácter nazi y que la grabación del video no se justificaba por el derecho público a la información.