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CFE cortó energía a albergues

Haitianos en Mexicali, en el limbo legal y con mínimo apoyo de las autoridades

Retrasos en expedición de RFC para los que desean trabajar en México

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▲ En el albergue Alfa y Omega en el centro histórico de Mexicali, Baja California, cohabitan 80 migrantes haitianos, quienes realizan sus labores cotidianas en el patio.Foto Lindero Norte
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 7 de febrero de 2022, p. 22

Mexicali, BC., No es Puerto Príncipe ni otra ciudad de Haití, pero en las calles de esta localidad mexicana se escucha con frecuencia una mezcla de expresiones en creole, el idioma de los haitianos, además de portugués y español. Son algunos de los más de 2 mil 600 caribeños que decidieron asentarse en Mexicali, frontera con Calexico, California, a la espera de que el gobierno de Estados Unidos les otorgue asilo político.

A sus 17 años de edad, Rouss está en la frontera de México con Estados Unidos junto con sus padres y cuatro hermanos, después de salir de Haití hacia Brasil y, tres años después, cruzar más de 8 mil kilómetros por el Continente Americano hacia el norte.

Por su manejo del español, la adolescente se integró al programa educativo para niños de esta comunidad en contexto de migración.

Llegó hace un mes a Mexicali, ciudad adonde han arribado al menos 2 mil 600 para buscar asilo político en Estados Unidos.

Alrededor de 300 viven en albergues no gubernamentales y más de mil 500 en espacios oficiales. Unos 800 han conseguido trabajo y un inmueble rentado.

Estos grupos, originarios de Haití, pasaron por Argentina, Brasil, Chile y Ecuador, y varios de sus niños nacieron en esos países.

Ken, otro migrante, narra que salió de Haití, viajó a Brasil para trabajar en la construcción de espacios deportivos por el Mundial de Futbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016. Al concluir su trabajo, este plomero viajó a Chile, donde nació su hija y tres años después decidió ir con su esposa a Estados Unidos.

Por lo que está pasando en Estados Unidos, mejor nos quedaremos aquí, en México. Estoy en espera de un papel de la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) para poder trabajar y tener una casa, dijo en entrevista.

En Mexicali, el gobierno puso en marcha un programa de atención a migrantes y abrió 11 albergues para la comunidad haitiana en los Centros de Desarrollo Humano Integral, donde reciben tres alimentos al día, atención médica, dormitorio y área de recreación para los infantes.

Ahora tenemos mil 554 personas en contexto de migración, de los cuales 359 son menores de edad y mil 195 adultos, incluidas 49 embarazadas, señaló la alcaldesa Norma Bustamante Martínez, de Morena.

La edil, comunicadora, escritora y actriz, precisó que se pretende que los extranjeros sean incorporados al sector laboral; para eso hemos contado con la solidaridad del sector empresarial y de organizaciones de la sociedad civil, que han respondido a la convocatoria del sistema municipal de Desarrollo Integral de la Familia.

En cuanto a la oferta de trabajo, 614 ya cuentan con uno, sólo 17 tienen Registro Federal de Contribuyentes (RFC), 204 están en proceso de obtenerlo y 393 tienen empleo informal, sobre todo en el comercio.

Hemos tenido problemas para su contratación por la expedición del RFC, debido a que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) trabaja mediante citas, pero se logró que desde el primero de febrero la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) instalara módulos en los albergues para que tramiten su registro y puedan laborar y rentar casas, explicó la alcaldesa.

Moïse, de 33 años de edad, y Simon, 36 años, son las primeras mujeres en obtener empleo para hacer limpieza y jardinería en una casa particular, respectivamente. Cristophe, agricultor de 34 años, consiguió trabajo en un negocio.

El mantenimiento de los 11 albergues representa un gasto de 3 millones 222 mil pesos mensuales.

En cuatro de los albergues de la sociedad civil se concentran al menos 300 haitianos. Allí duermen, cocinan, lavan su ropa y esperan respuesta de las autoridades migratorias estadunidenses sobre su asilo o del gobierno mexicano sobre el trámite de residencia y la obtención del RFC para buscar empleo.

La activista Altagracia Tamayo informó que la Federación suspendió los apoyos a las organizaciones de la sociedad civil al eliminar el Fondo de Migralidad.

Por ello, en enero pasado la Comisión Federal de Electricidad (CFE) suspendió durante cinco días el servicio de energía eléctrica a la Posada del Migrante, al Centro Comunitario Cobina, a Alfa y Omega y al Hotel del Migrante por adeudos, a pesar de la promesa del delegado único del gobierno de México, Jesús Ruiz Uribe, de que no les cortarían la luz y se harían cargo de las facturas, dijo Tamayo. Durante el corte, los caribeños, centroamericanos y mexicanos se iluminaron con velas y cocinaron en anafres.

En el albergue El Hijo Pródigo los migrantes impidieron que los empleados de la CFE cortaran la corriente eléctrica.

Para Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, el Gobierno de México no tiene un proyecto integral de atención a migrantes, y ni siquiera da apoyo a los albergues de la sociedad civil.

Les quitan el agua y la luz, lo que representa una violación a los derechos humanos. Son seres humanos que quieren trabajar y tramitar una visa humanitaria, pero sufren la irresponsabilidad de este comportamiento, deploró.

Metelus hizo un llamado a los mexicalenses a respaldar a los haitianos porque son mujeres y hombres que no representan una amenaza y huyeron de la violencia y otros problemas.

A los 18 meses de nacido, la vida de Chamael ha sido la de un migrante que recorrió el continente, desde Brasil a Mexicali, junto a sus padres, Claudine y Mateus, haitianos de 29 y 30 años de edad, respectivamente a quienes se les acabó el trabajo. México es un buen país para vivir, expresó él.