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Pandemia
Pérdidas en educación, casi irreversibles por cierre de escuelas, lamenta Unicef
 
Periódico La Jornada
Martes 25 de enero de 2022, p. 12

Nueva York., El cierre de escuelas debido a la pandemia ha causado pérdidas casi irreversibles en la educación de niños de todo el mundo, lamentó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que estima que más de 616 millones de estudiantes siguen afectados por el cierre total o parcial de escuelas.

En muchos países, estas perturbaciones, además de haber privado a millones de niños de la adquisición de habilidades básicas, han afectado su salud mental, incrementado su riesgo de abuso e impedido que muchos de ellos tengan acceso a una fuente regular de nutrición, según Unicef.

Nos enfrentamos a una magnitud casi insuperable de pérdidas en la educación de los niños, expresó Robert Jenkins, jefe de educación de Unicef.

Tras dos años de pandemia, reabrir las escuelas no es suficiente, agregó, y pidió un apoyo intensivo para recuperar la educación perdida, en un mensaje con motivo del Día Internacional de la Educación.

Unicef destacó que las pérdidas de aprendizaje por el cierre de las escuelas han dejado hasta 70 por ciento de los niños de 10 años de países de ingresos bajos y medios sin poder leer o comprender textos simples, en comparación con 53 por ciento de antes de la pandemia.

Así, en escuelas de primaria en Etiopía, los niños aprendieron apenas entre 30 y 40 por ciento de las matemáticas que habrían asimilado si el curso escolar hubiera sido normal, estima la agencia de Naciones Unidas.

Los países ricos están lejos de salvarse. En Estados Unidos, por ejemplo, se han observado rezagos de aprendizaje en Texas, California y Maryland, explica Unicef.

La deserción escolar también es un problema: en Sudáfrica se estima que entre 400 mil y 500 mil estudiantes abandonaron la escuela por completo entre marzo de 2020 y julio de 2021.

Además de los crecientes niveles de ansiedad y depresión en niños y jóvenes vinculados a la pandemia, más de 370 millones de niños en el mundo se han visto privados de alimentación escolar durante el cierre de centros, que constituyen para algunos la única fuente confiable de alimento y nutrición diaria.