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Puntera, la científica consentida // Partido de izquierda institucional // ¿Revivir Fuerza por México? // Espino buscará senaduría

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▲ REFUERZO CON ASTRAZENECA A MAYORES DE 60. El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió ayer en Zapopan, Jalisco, la dosis de refuerzo de la vacuna contra el Covid-19.Foto Presidencia
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a llegado a su tercer año de gobierno en condición de consentida de Palacio Nacional y, por tanto, como aparente puntera en la encuesta unipersonal que en su momento (debería ser a finales de 2023) se usará a fin de designarle a Morena la candidatura presidencial de 2024.

Es la luchadora técnica (fríamente científica) del desbalanceado cuadrilátero en el que sólo le presenta batalla real Marcelo Ebrard, alias el canciller (semitécnico, pero de rudo pasado, lejano y cercano), mientras Ricardo Monreal, conocido como el zacatecano, pelea tan sólo por subirse al ring, descalificado de origen por el réferi que además es el dueño del espectáculo e imán de taquilla electoral, y Adán Augusto López Hernández, conocido como el Segob, se desliza en el escenario conforme a las instrucciones del citado réferi, tabasqueños ambos, con la esperanza de que un desaguisado de última hora propicie en la Arena Morena la aparición como resguardado relevista de un peleador carnal, políticamente chapado a la antigua, un López para otro sexenio López.

Claudia Sheinbaum Pardo, quien cumplirá 60 años en junio próximo, hace recordar el evidente labrado cuidadoso de la candidatura presidencial de Luis Donaldo Colosio Murrieta por parte de Carlos Salinas de Gortari, postulación contrariada en sus momentos cumbre (el destape oficial, el inicio de campaña, las pocas semanas de campaña bajo sofoco) por el enojo y rebeldía internas de Manuel Camacho Solís, el maestro e impulsor de Marcelo Ebrard, su verdadero discípulo único, practicante del galano arte de sobrellevar, de componer por encima, de remozar para que todo siga igual.

Es posible que en dos años (diciembre de 2023) ya haya candidatura presidencial de Morena, a menos que el estilo obradorista de adelantar las precandidaturas explícitas sea compensado con algún ejercicio especial que mande la decisión a los primeros meses de 2024.

Hasta ahora, pareciera que se alinean los planetas (bueno, sólo es uno) para impulsar a Claudia, apoyada por el hipotético partido de la izquierda institucional (Pii) de un gobierno que no lo es tanto. Ah, esta columna despegada de esos tópicos tan terrenos y burocráticos, olvidaba decir que hoy rendirá Sheinbaum su tercer Informe de gobierno, también a mitad del camino.

La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación analizará hoy la pretensión de volver a la vida a partidos políticos que en los pasados comicios no alcanzaron el mínimo de votación requerida para mantener su registro. Uno de los magistrados de ese tribunal argumenta que partidos como Fuerza por México fueron afectados por tiempos e incidencias de la pandemia y, si no hubiera sido por eso, habrían alcanzado el porcentaje salvador.

Destaca el caso de Fuerza por México porque es una hechura en la que convergen los intereses de Ricardo Monreal, quien necesita una vía alterna por si Morena no lo postula a la Presidencia de la República; de Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca, priísta acendrado pero actualmente entregado al obradorismo, y de Pedro Haces, líder de una confederación sindical que pretende llegar a ser la CTM de la 4T.

Hace años advertí que Manuel Espino buscaría ser candidato a gobernador de Durango por Morena. Ahora vale señalar que, rechazado en su pretensión de entrar a las encuestas del caso y sin que aún le hayan aprobado su solicitud de ingreso al partido en el poder, busca cerrar trato para apoyar (quiere ser coordinador de campaña) la candidatura morenista que resulte (todo apunta a Marina Vitela, ex priísta, presidenta municipal con licencia de Gómez Palacio) y, en pago, ser postulado a senador por el mismo Morena en 2024.

Y, mientras la directora del Conacyt ha programado reunirse con estudiantes del CIDE este jueves, ¡hasta mañana, con el alumno Saúl Soto esbozando que el problema podría terminar con una doble aceptación: Romero Tellaeche como director y la representación estudiantil como interlocutora institucional https://bit.ly/3dxCcj8 !

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