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Desplazados por la violencia en Sinaloa exigen partida para vivienda y servicios
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▲ Damnificados del sur de Sinaloa se reunieron ayer en terrenos que les asignaron en el municipio de Mazatlán.Foto Irene Sánchez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 29 de noviembre de 2021, p. 36

Mazatlán, Sin., Unas 340 familias desplazadas de poblaciones del sur de Sinaloa exigieron al gobernador Rubén Rocha Moya incluir en el presupuesto de egresos 2022 una partida para la construcción de viviendas en los lotes que la anterior administración les asignó, informó Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez, representante del Movimiento Amplio de Acción Social (Mass).

Los damnificados por la violencia se congregaron cerca de donde se edificaron las primeras 50 viviendas que ya habitan.

En este 2021, a las familias les asignaron 340 terrenos de 16 por seis metros cada uno, pero no pueden instalarse porque no se han introducido servicios públicos, además todavía hay unas 600 familias que no tienen ni lotes ni casas.

Gutiérrez Sánchez, representante del Mass reconoció el interés de Rocha Moya por resolver el conflicto, como lo hizo el primer día de gobierno, el 1° de noviembre, cuando convocó a reunión a los líderes de desplazados para exponer que sí habrá respaldo, pero a la fecha no hay seguimiento para el programa de vivienda ni de servicios públicos y existe desesperación, pues la gente lleva cuatro años exigiendo un predio tras huir de sus casas; incluso refirió que hay personas que abandonaron sus pueblos desde 2010.

Dijo que la gente desplazada reclama escuelas, guarderías y un centro de salud, porque en tres kilómetros a la redonda no los hay, y las mujeres corren riesgo cuando salen tarde de sus empleos, al no haber alumbrado público.

Precisó que el municipio de Mazatlán tiene censadas a más de mil familias desplazadas, 500 que habitan en Mazatlán y 300 en Villa Unión, en la zona sur y 300 en el municipio de Concordia, que aún no han recibido terreno o vivienda, además de 300 familias que huyeron de la sierra de la Rastra, municipio de El Rosario y habitan en el pueblo de Agua Verde, que no están dentro del censo que se realizó por las autoridades.

Pidió que los programas de la Cuarta Transformación aterricen en esos asentamientos, donde las familias desplazadas tienen necesidades de alimentación, de atención sicológica, programas para que se autoempleen, debido a que un alto porcentaje de personas son adultos enfermos porque realizaban actividades en el campo y no pueden sostenerse, incluso tienen registro de mujeres viudas y madres solteras que requieren apoyo para el cuidado de sus hijos.