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El Kremlin se distancia de la crisis migratoria

Lukashenko estalla y amenaza a la UE con cortar el suministro de gas

El bloque advierte que no se dejará intimidar // Se coordinará con EU para imponer más sanciones a Bielorrusia // Miles de refugiados pasan noches heladas en tierra de nadie

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▲ Migrantes varados en la región de Grodno, entre las fronteras de Bielorrusia y Polonia, pasan hambre y frío en su intento por llegar a países de la UE.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de noviembre de 2021, p. 29

Minsk. El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, amenazó ayer con desconectar el gasoducto Yamal-Europa si los países de la Unión Europea (UE) imponen nuevas sanciones a su gobierno debido a la crisis migratoria que mantenía a miles de refugiados varados entre la frontera de su país y Polonia. La Comisión Europea respondió que no se dejará intimidar.

“Nosotros damos calefacción a Europa y nos amenazan con cerrar la frontera… ¿Y si les cerramos el suministro de gas natural? Recomiendo que polacos, lituanos y otros países sin liderazgo piensen antes de hablar”, afirmó Luka-shenko según el diario británico The Independent.

Miles de refugiados, muchos de ellos kurdos, se preparaban a pasar otra noche helada en la tierra de nadie entre Bielorrusia, Polonia y otros países. Ucrania anunció el despliegue de 8 mil 500 hombres para reforzar su frontera sur, mientras Lituania, Estonia y Letonia declararon que las maniobras de Lukashenko son una seria amenaza a la seguridad europea, pues la crisis migratoria está escalando hacia un posible conflicto armado que comenzó con el envío, el miércoles, de bombarderos rusos que patrullan el espacio aéreo bielorruso.

El Kremlin se distanció de las tensiones fronterizas y afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, ya habló dos veces con la canciller alemana Angela Merkel para decirle que corresponde a la UE resolver la situación con Minsk.

Sobre la amenaza de Lukashenko de cortar el suministro de gas a Europa, la portavoz de la Comisión Europea, Dana Spinant, apuntó que Lukashenko sólo intenta añadir un nuevo elemento al ataque híbrido de Minsk contra la UE, que llama así a las maniobras bielorrusas de utilizar la crisis migratoria, y sumar el elemento armado de los bombarderos rusos, para vengarse de las sanciones del bloque al gobierno de Lukashenko por violaciones a los derechos humanos.

La portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali, agregó que el recurso fundamental del gas no se debería utilizar en luchas geopolíticas.

El bloque europeo está decidido a acelerar su respuesta y adoptar nuevas sanciones contra los responsables de los flujos migratorios desde Bielorrusia. Se espera que expanda el régimen de sanciones actual para castigar a personas y entidades vinculadas a la utilización de los migrantes.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que la UE y Estados Unidos coordinarán sus acciones para responder al ataque híbrido de Bielorrusia contra las fronteras europeas, incluyendo sanciones contra aerolíneas que faciliten el tráfico de seres humanos a Minsk.

Migrantes varados en la frontera bielorrusa atacaron ayer con piedras y palos a guardias fronterizos polacos. La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), junto con la Organización Internacional para las Migraciones y la Cruz Roja de Bielorrusia, entregaron ayer ayuda humanitaria a los migrantes.

Las prioridades ahora son evitar la pérdida de vidas y trasladar a las personas a lugares más seguros en Bielorrusia. Agradecemos el acceso y estamos dispuestos a ayudar a encontrar soluciones, indicó el titular de Acnur, Filippo Grandi.

De acuerdo con las autoridades polacas, más de 3 mil migrantes se encuentran en la frontera. La guardia fronteriza polaca registró 468 intentos de cruce de migrantes desde el miércoles, y casi 600 el día anterior, incluidos esfuerzos a gran escala con grupos de más de 100 personas que intentaban romper la valla.

Miles de personas participaron ayer en marchas con motivo del Día de la Independencia en Polonia, lideradas por grupos de ultraderecha que exigen un reforzamiento de las fronteras.