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La otra Isabel, novela sobre una chavita que saca la garra cuando su mundo se derrumba

Martínez-Belli escribe libro sobre Tecuixpo, la última heredera mexica

 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de julio de 2021, p. 6

Tecuixpo, la hija predilecta del tlatoani Moctezuma II Xocotzin, es la narradora del fin de un gran imperio y la imposición de un nuevo mundo en La otra Isabel, la más reciente novela de Laura Martínez-Belli. A punto de que se cumplan 500 años de la caída de Tenochti-tlan, el próximo 13 de agosto, la autora conversó por Internet sobre la ficción histórica que se desarrolla entre 1519 a 1550, su protagonista es la última heredera mexica.

Me di cuenta que no era una novela sobre La Conquista, dijo durante la presentación de la novela que transmitió editorial Planeta por redes sociales. A través del relato histórico podemos ver esa transformación del mexica en cristiano. Fue un momento de enriquecimiento y pérdida también; de cambio de cultura, tradiciones y dioses, ese periodo era el que quería retratar.

El 29 de junio se cumplieron 501 años de la muerte de Moctezuma, sin resolverse la causa aún. Fue un gran diplomático, en algunas fuentes lo llamaban incluso estadista. Sin embargo, en otras ha pasado como un gran traidor. La historia es mucho más compleja y rica cuando no la ves en blanco y negro.

Con ojos de asombro llegó a la historia, igual que muchos españoles que desembarcaron hace cinco siglos, y se enamoró hasta el tuétano de México. Así describió su sentir la escritora, quien nació en Barcelona, España, en 1975. Desde la infancia vivió en Panamá y luego en México. De niña, durante sus clases de historia en la escuela, la volteaban a ver como la española mala, y creció con una versión maniquea de la historia.

En México gozó de las visitas a las zonas arqueológicas, los museos y la cultura. Cuando iba a España le contaban la otra versión, la de los conquistadores que hicieron mucho por la humanidad. Al escribir la novela, cuando yo hacía las partes mexicas miraba esa historia con orgullo mexicano. Y en la parte de la españoles, también miraba con sus ojos, esos muchachos que llegaron con Pánfilo de Narváez.

A su regreso a Madrid, luego de 20 años de residir en América, se encontró con una biografía de Hernán Cortés y nació el interés por su siguiente obra, pero tal vez por un tema de género sentía que debía poner luz sobre las mujeres. La primera aproximación al tema fue la historia de la Conquista contada por las mujeres. Malinche suele ser el primer foco. Por coincidencia conoció el Palacio de Moctezuma en Cáceres, que la ligó a Isabel Moctezuma. Tú ya vas con ojo avizor de las señales que da la vida.

Sobre Tecuixpo, renombrada Isabel por los españoles, hay mucha historiografía. Pero el gran público, empezando por mí, no está familiarizado con ese nombre. Ella estuvo presente en el gran encuentro entre Moctezuma y Cortés en 1519, estuvo en la ciudad durante la matanza del Templo Mayor. La casaron cinco veces, primero con Cuitláhuac y Cuauhtémoc, los dos últimos tlatoanis; sus otros tres maridos fueron los españoles Alonso de Grado, Pedro Gallegos y Juan Cano. Cortés le otorgó la encomienda de Tacuba.

Martínez-Belli se puso en los zapatos de una mujer de esa época, pero sabiendo que quien encontraría las páginas es el lector de hoy. Juego; la ficción me permite las licencias de mirada de la mujer de hoy, que ya no se conforma con la sumisión y no acepta el discurso de ser domesticada. Me di cuenta de que la novela ganaba. Lo logré tanto que para mí ya no es de otra manera: Tepuixco es esa niña valiente, arrojada, osada, rebelde, que lucha con todo lo que ella es.

La novela histórica no es una novedad para la escritora catalana, pues en otros de sus libros ha sido su punto de abordaje. Por ejemplo, Carlota (2019) es sobre la emperatriz del fallido imperio de Maximiliano de Habsburgo y El ladrón de cálices (2010) se desarrolla en el contexto de la tragedia de Tlatelolco en 1968. Su debut literario, con el que alcanzó gran éxito de ventas, fue con Por si no te vuelvo a ver (2007), donde sitúa a los persona-jes junto a Diego Rivera en el contexto posrevolucionario, un retrato de una época marcada por el fragor de la lucha armada.

En los primeros intentos de la escritura de La otra Isabel, ella no estaba empoderada y se echaba en falta, reveló sobre el primer borrador, donde era una novela de hechos históricos, pero faltaba esta garra de una chavita cuyo mundo se derrumba y tiene que transformarse para sobrevivir, aprender a vivir con las nuevas reglas, dentro de un mundo que la sigue utilizando. Ella está en constante evolución.