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Ver día anteriorViernes 30 de abril de 2021Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿Crisis? Magnates cada día más ricos // Crecen pobreza y fortunas de ensueño // Cae economía, pero ellos son felices

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ías atrás se conoció que, en medio de la peor crisis económica y sanitaria del último siglo mexicano, provocada por la pandemia, 13 magnates autóctonos, con el tóxico Germán Larrea y Carlos Slim a la cabeza de la lista de ganadores, aumentaron sus de por sí vastas fortunas a 136 mil 300 millones de dólares; es decir, 35 mil millones adicionales respecto de lo acumulado un año antes. Para dimensionar, la fortuna de estos multimillonarios resulta más del triple del monto de remesas enviadas a México el año pasado (40 mil millones de billetes verdes) y supera el saldo de la deuda externa del gobierno federal, que en diciembre pasado se ubicó en 111 mil millones de dólares, según datos oficiales ( La Jornada, Braulio Carbajal).

Mientras, millones de mexicanos perdieron su empleo o su fuente de ingresos, creció el número de depauperados y la economía nacional se desplomó 8.5 por ciento, pero en 2020 dichos magnates, en conjunto, incrementaron sus haberes 96 millones de dólares cada 24 horas, sábados, domingos y días festivos incluidos.

Desplome de 8.5 por ciento del producto interno bruto, contra 35 por ciento de aumento en las fortunas de los barones. Al cierre del año pasado, los haberes conjuntos de esos 13 magnates (prácticamente los mismos que aparecen enlistados en Forbes desde el salinato) equivalieron a 11 por ciento del PIB nacional, aunque 41 por ciento de esos 136 mil 300 millones de dólares está en el bolsillo de Slim, y otro 10 por ciento en el de Larrea (cuyos ahorritos crecieron la friolera de 146.5 por ciento en el año de la crisis). Ellos son los más ricos de México. En cambio, ese mismo año reventaron más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas en el país.

Pues bien, en la más reciente entrega de la Revista Cepal se subraya que América Latina y el Caribe ha sido la región más afectada por la pandemia del Covid-19 y también la más dañada en términos económicos y sociales, pero ello no incluye a la oligarquía regional. En uno de sus artículos (Hiperfortunas y superricos: ¿Por qué tiene sentido un impuesto al patrimonio?, bajo las firmas de Ramón E. López y Gino Sturla) se advierte que el grueso de la población se ha visto afectada por enormes sufrimientos físicos, grandes pérdidas económicas e incluso la muerte. Los sectores de bajos ingresos y las capas medias han sufrido un embate socioeconómico sin precedentes que supone un retroceso de muchos años en su bienestar. La pobreza crece rápidamente y una parte de la población ha llegado a sufrir hambre. Trabajadores, pobladores y pequeños comerciantes han sido particularmente afectados por esta crisis que ha causado altísimas tasas de desempleo, significativas bajas de los salarios reales y el colapso de innumerables pequeñas y medianas empresas.

Quienes han financiado los enormes costos económicos de esta crisis, apuntan los autores, son los trabajadores, en primer lugar, y las capas medias que han debido recurrir a sus exiguos ahorros para sobrevivir, lo que ha implicado una reducción significativa de los fondos acumulados para pensiones de vejez y un descenso casi total de los fondos de cesantía. Además, las medidas de los gobiernos han llevado a grandes déficit fiscales, de una envergadura que en muchos países no se veía desde hacía muchas décadas, mayor endeudamiento fiscal y una reducción de los fondos soberanos. De no mediar grandes cambios tributarios a mediano plazo, tal como ha ocurrido en innumerables crisis anteriores, los trabajadores y las pymes serán fundamentalmente los que pagarán los déficit fiscales y el aumento de la deuda.

En cambio, quienes ni lejanamente han sufrido los embates de esta crisis (tampoco han contribuido al financiamiento de sus costos) son los grupos de mayores niveles de riqueza e ingresos, que han visto su fortuna aumentada de manera significativa en un momento de notables sufrimientos para el resto de la población. Y los magnates mexicanos son prueba fehaciente de ello, amén de que ni por asomo ayudan a paliar el golpe.

Las rebanadas del pastel

Con todo y sacudida, la buena nueva es que en el primer trimestre de 2021 los ingresos presupuestarios del sector público crecieron 2.8 por ciento en términos reales, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda… Va un enorme abrazo y un superbeso a la dueña de mi sistema cardiaco, por otra velita en su pastel. ¡Salud!