Cuidado ambiental
a realidad se transformó producto de la pandemia del coronavirus. El cambio no es sólo al nivel del trabajo, en donde muchos procesos productivos se llevan a cabo desde el hogar, sino también en el consumo y en la obligación que tenemos de cuidar el ambiente.
Un ejemplo es Larry Fink, del fondo de inversión Blackrock, quien plantea la necesidad de invertir en portafolios sostenibles
o en empresas que cuiden el ambiente. Por su parte, líderes políticos como Joe Biden también se expresan en ese sentido y a través del Acuerdo de París plantean un riguroso control en la forma de cuidar el planeta.
Este cambio de mentalidad y de prácticas repercute en regiones con menor nivel de desarrollo y, a mediano plazo, los países y empresas que no cumplan con estándares adecuados en el cuidado del ambiente no podrán vender sus productos en las mayores economías del mundo.
En la producción de alimentos ya se tienen cuidados especiales y quien no realice inversiones para cuidar la naturaleza saldrá de los mercados de distribución. Para ello, hay instituciones que revisan los procesos, como American Trust Register, que certifica que los procesos de producción sean sustentables y, entre otros elementos, revisa el tratamiento de aguas residuales, el cuidado del agua potable, la utilización de los desechos, el cuidado ambiental y el apoyo a la comunidad.
Sólo las empresas y países que a la larga cumplan con ese tipo de requisitos ambientales, sociales y de calidad, tendrán el aval de las naciones avanzadas y aceptarán sus productos. En el caso de México ya hay un creciente interés por cumplir con este compromiso global. Un ejemplo es el de la empresa procesadora de alimentos Granjas Carroll, ubicada en la ciudad de Puebla. Esta firma ya recibió el certificado ISO14001:2015 de American Trust Register y se convirtió en la líder en cuidado ambiental en toda Latinoamérica.
Granjas Carroll cuenta con más de mil colaboradores, tiene la capacidad de procesar 600 cerdos por hora y no sólo produce para el mercado nacional, sino también para los países más exigentes del mundo, entre los que se encuentran Estados Unidos, Japón y Canadá.
Esperemos que el cuidado de nuestro planeta se convierta en una meta del gobierno y de todas las empresas privadas en México.
