A partir de mañana en la Ciudad de México comenzará la fase 3 del ensayo clínico de la vacuna de CanSino Biologics contra el Covid-19, de origen chino-canadiense, en la que se espera reclutar a 5 mil voluntarios de los 16 mil que participarán en todo el país.

Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno, detalló que el protocolo será coordinado por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y ya fue aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.

El ensayo tardará seis meses y se aplicará en cuatro sedes: el Instituto de Nutrición y tres centros de salud: José Castro Villagrán, en Coyoacán, David Fragoso Lizalde y Pedregal de las Águilas, en Tlalpan, cuyos usuarios tienen una tasa de positividad de 30 por ciento o más.

La secretaria de Salud, Oliva López Arellano, explicó que se invitará a personas sanas para ser voluntarias, siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos; se hará una preselección y, a partir de ahí, los escogidos acudirán a una cita donde se efectuará la primera batería médica y de laboratorio.

El investigador del Insituto Nacional de Ciencias Médicas, Guillermo Ruiz-Palacios y Santos, detalló que el estudio tiene como propósito evaluar la seguridad de la vacuna CanSino y su eficacia para prevenir el Covid-19, la cual se estima que será de 80 por ciento.

El ensayo comenzará con cinco voluntarios y posteriormente se incluirán entre 100 y 150 al día, hasta completar cerca de 5 mil personas sanas mayores de 18 años, que tendrán supervisión semanal durante 12 meses.

Explicó que se ha calculado un tamaño de muestra total de alrededor de 45 mil personas voluntarias globales para detectar en seis meses los primeros 150 casos con Covid-19, de los cuales México va a incluir entre 15 y 16 mil.

A su vez, el director general del instituto, David Kershenobich, informó que todos los voluntarios que ingresen al estudio tendrán un seguro ante cualquier incidente y podrán ser atendidos en caso de tener un efecto secundario.

Este tipo de estudios es una gran responsabilidad porque implica no nada más datos para la Ciudad de México y para el instituto, sino otros que van a tener trascendencia a escala mundial en cuanto a la utilidad de la vacuna. Entonces, aquellas personas que se seleccionan para el estudio realmente adquieren un compromiso muy importante en el avance de la ciencia.