Economía
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Golpe a su prestigio, a empresas que mientan a consumidores
 
Periódico La Jornada
Martes 20 de octubre de 2020, p. 19

Con la Ley de Infraestructura de la Calidad (LIC), las empresas deberán pensarlo dos veces al buscar engañar a los consumidores con la información que brindan en su etiquetado, pues la consecuencia será un duro golpe a su reputación y de paso a sus finanzas, tal y como sucedió la semana pasada con varias marcas de queso y yogurt.

De acuerdo con el inciso III del artículo 155 de la nueva normativa, la autoridad tiene derecho a sancionar económicamente a aquellas empresas que incurran en acciones u omisiones que impliquen engaño al consumidor o constituyan una práctica que pueda inducir a error.

En este caso, dice la ley, la parte infractora será acreedora a una sanción de entre 4 mil a 15 mil unidades de medida y actualización, que al tomar su precio actual de 86.88 pesos, la multa iría de 347 mil 520 pesos a un millón 303 mil 200 pesos.

Rocío Méndez, especialista en comercio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que, por ejemplo, en el caso particular de las marcas de queso y yogurt señaladas la semana pasada, la multa es baja al considerar los ingresos de las empresas que las producen; sin embargo, el golpe reputacional fue importante.

Más allá de la multa económica, es un golpe a la reputación de las empresas, así lo expresaron Fud y Danone, por ejemplo. Da mala fama a las empresas, pero es un riesgo que asumieron, y ahora los consumidores están más alerta; no se trata de una situación irreparable, pero se dañó la imagen de las empresas, dijo la especialista.

Aclaró que las autoridades actuaron de la manera correcta, pues las empresas fueron advertidas.

La semana pasada la Secretaría de Economía y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informaron que quedaba prohibida la comercialización de 23 marcas de queso y dos de yogures naturales, dado que habían encontrado que su contenido no coincidía con lo informado en la etiqueta, por lo que era un engaño para el consumidor.

Lo anterior fue posible gracias a la LIC publicada el primero de julio pasado y que entró en vigor el 30 de agosto, la cual ordena la suspensión o prohibición de la comercialización de bienes, productos y servicios, incluyendo la inmovilización de los mismos para impedir su comercialización, así como establecer las medidas tendientes a proteger a los consumidores o usuarios finales de aquellos bienes, productos y servicios respecto de los cuales se hayan detectado incumplimiento.

En la mira

Un producto que está en la mira de la Profeco es el jamón, pues en un reciente estudio hecho en su laboratorio, encontró que varias marcas incumplen con el porcentaje de carne que anuncian, omiten información en su etiquetado o están fuera de las normas.

La Profeco encontró jamón producido mediante carne recuperada mecánicamente de los huesos e ingredientes no cárnicos como soya, almidones o féculas de papa, maíz y chícharo, esto con el objetivo de reducir costos.

Algunas de las marcas señaladas fueron Zwan, Lala, Parma Sabori, San Rafael, Los Manantiales, FUD, Peñaranda, entre otros.