Para la astrónoma Silvia Torres Castilleja, una de las pocas personas mexicanas que ha presidido una sociedad científica internacional, resulta desafortunado que se reduzca la participación mexicana en estas organizaciones con la decisión del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de no destinar recursos para que las academias mexicanas paguen sus cuotas y membresías correspondientes.

La ex presidenta de la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés), que agrupa a 13 mil 500 profesionales del área de más de 100 países, hace un llamado a las autoridades para que se reconsidere esta decisión, pues ha sido un gran esfuerzo de nuestros antecesores mantener la colaboración con las instituciones científicas mundiales.

La investigadora emérita del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que muchas de las organizaciones científicas internacionales manejan temáticas de cada una de las disciplinas. Todas ellas son organizaciones sin fines de lucro. Su misión es el avance de sus respectivas materias de estudio mediante la interacción entre los científicos de diferentes naciones.

Se puede pensar en ellas como en la versión científica de la Unesco y de la Organización de Naciones Unidas, agrega la también integrante del Sistema Nacional de Investigadores.

En estas organizaciones científicas hay discusiones que enriquecen el desarrollo científico y técnico de todos los países. Su presencia permite la colaboración internacional para resolver problemas globales. Se propician las regulaciones internacionales que se requieren para desarrollos unificados en distintas áreas.

Además, indica, “en ellas se impulsa a los jóvenes científicos y se estimula el desarrollo de la enseñanza de la ciencia a todos los niveles educativos.

La astrónoma considera “importante que México mantenga una relación estrecha con todas las organizaciones científicas de carácter internacional.

La ciencia en México se ha beneficiado por estas colaboraciones. Por lo ello, me parece desafortunado que se reduzca la participación mexicana en estas organizaciones, al suspender las cuotas. Hago un llamado para que se reconsidere esta decisión.