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En 1995 propuso a Marcos que la aceptara como tal

Falleció a los 97 años María Luisa Tomasini, la abuela de los zapatistas
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 9 de octubre de 2020, p. 14

San Cristóbal De Las Casas, Chis., María Luisa Tomasini, la abuela de los zapatistas, falleció el 5 de octubre en Tapachula, a las 11:30 horas, a los 97 años de edad, informó su hija, María Eugenia del Sordo Tomasini: estuvo con los zapatistas hasta morir. Apoyó hasta donde pudo y murió convencida de que había que hacer la revolución.

Narró que a pesar de que de niña y joven su madre tuvo una vida pequeñoburguesa, se involucró en las luchas de izquierda nacionales cuando conoció a la familia de Narciso Bassols, abogado, político e ideólogo mexicano de la época posrevolucionaria que ocupó los cargos de secretario de Gobernación y de Educación Pública.

Contó que con Clementina Batalla, entonces viuda de Bassols, María Luisa viajó a la entonces Unión Soviética y a la República Democrática de Alemania. También fue a Cuba, donde estuvo con Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, a quien le dio la mano cuando triunfó la revolución de 1959.

Comentó que su madre nació el 7 de abril de 1923 en un ranchito llamado La Vega de los Gatos, en el municipio de Tapachula, y a los dos o tres años se mudó a la finca denominada Quién sabe, que adquirió su papá, donde pasó su infancia.

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Murió convencida de que había que hacer la revolución, cuenta su hija, María Eugenia del Sordo Tomasini.Foto cortesía de la familia

A los 13 años se fue de Tapachula a la Ciudad de México con su familia y se establecieron en la colonia Del Valle. Ahí tuvo mucho acercamiento con la familia de Narciso Bassols. Fue muy inquieta siempre y por su cuenta empezó a quitarse tapujos y cosas que decía le habían metido en la cabeza; empezó a desaprender, dejó de ser burguesa y se metía por todos lados.

Del Sordo Tomasini manifestó que cuando el alzamiento armado del EZLN, en 1994, su madre vivía en San Cristóbal de Las Casas, y el 9 de junio de 1995 le envió una carta al subcomandante insurgente Marcos en la que le propuso ser la abuelita de los zapatistas.

El 18 de ese mes, recordó, Marcos le respondió en una carta dirigida al periódico Tiempo, de San Cristóbal, que la aceptaban como abuelita. La edad no es impedimento para luchar por la democracia, la libertad y la justicia en el mundo. El único impedimento es la falta de vergüenza y de dignidad, expresó.