Guadalajara, Jal., Con sobrecosto cercano a 100 por ciento, retraso de casi tres años, observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), daños en predios públicos y privados, así como señalamientos de favoritismo a constructoras afines al ex mandatario Enrique Peña Nieto, el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurará hoy la Línea 3 del Sistema de Tren Eléctrico Urbano que conectará los centros históricos de Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque.

El 7 de agosto de 2014 comenzó una de las obras públicas más importantes del sexenio de Peña Nieto (2012-2018); sin embargo, una serie de irregularidades atrasó su inauguración a finales de su administración. Y de los 17 mil 692 millones de pesos de inversión que originalmente tendría, aumentaron a casi 35 mil millones, según reportes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La ASF ha realizado múltiples observaciones desde 2014 y hasta 2018, tanto a la ejecución de la obra como a los procesos de licitación en ese periodo, identificó irregularidades por 620 millones de pesos.

En la más reciente auditoría publicada en febrero pasado, reportó anomalías por 198 millones 906 mil pesos, entre ellas por la calidad inferior de los materiales, pagos indebidos y retraso en los trabajos.

Una investigación realizada por la Universidad de Guadalajara y del diario NTR Guadalajara, junto con la plataforma latinoamericana Connectas y el apoyo del International Center for Journalist, en diciembre de 2019, evidenció que seis contratos principales de la obra, equivalentes a casi 70 por ciento del presupuesto, fueron entregados a constructores y proveedores que disfrutaron el favoritismo de Peña Nieto, tanto como gobernador y como Presidente de la República.

Entre los favorecidos están José Miguel Bejos, de Compañía Inversora Corporativa, que durante la primera mitad del sexenio pasado –2012 a 2015– recibió 770 millones de dólares en otras obras del gobierno federal.

La española OHL, empresa en la que fue directivo Emilio Lozoya antes de ser nombrado director de Pemex por Peña, la cual mediante su filial Constructora de Proyectos Viales de México recibió el más cuantioso contrato de la Línea 3 del Tren de Guadalajara.

Las afectaciones físicas, patrimoniales y económicas a la ciudad se acumularon en seis años de retraso de la obra, se realizaron modificaciones al proyecto ejecutivo, particularmente en el tramo del túnel que se construyó en el Centro capitalino, en el cual los estudios técnicos para el manejo de los mantos freáticos y del suelo fueron muy deficientes.