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Pandemia
Nuevo coronavirus genera problemas cardiacos y no sólo respiratorios, detectan
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de agosto de 2020, p. 6

A pesar de que el Covid-19 se conoce como una enfermedad respiratoria, se han observado complicaciones que involucran a otros sistemas y órganos del cuerpo como el corazón.

De acuerdo con Álvaro Contreras Villaseñor, académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Durante la charla virtual Corazón y Covid-19, el especialista mencionó que a la fecha se han observado cinco mecanismos de daño cardiaco derivados de la Covid-19.

El primero es la inflamación directa del miocardio o miocarditis, que tiene un cuadro clínico muy variado, desde dolor precordial hasta una inflamación severa que puede llevar a falla cardiaca o arritmias.

El segundo es la hipoxemia o deficiencia del aporte de oxígeno al corazón, en donde la afectación pulmonar severa con fracaso multiorgánico obliga al músculo cardiaco a trabajar excesivamente. El tercer mecanismo visto en pacientes en estado crítico consis-te en una respuesta exagerada a la elevación súbita de hormonas del estrés como cortisol y adrenalina, que provocan que el corazón modifique su forma y haya segmentos cardiacos que crecen de forma abrupta, con lo que pierde su función de bomba.

El cuarto mecanismo es la ruptura de placas de colesterol por el estado de estrés al que se expone el cuerpo, lo que ocasiona infarto agudo al miocardio y, finalmente, la tormenta de citocinas, que genera inflamación sistémica que puede dañar a todo el cuerpo.

Explicó que, además, se ha visto que el uso de fármacos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, como captopril o enalapril –usados por pacientes con hipertensión arterial y otras patologías cardiacas– puede tener interacción con el riesgo infeccioso por SARS-CoV-2.

Sin embargo, acotó, se ha visto que el consumo de estos medicamentos no empeora el pronóstico, aunque ha habido pacientes que por miedo a la enfermedad suspendieron su tratamiento, lo cual los expuso a los riesgos de la hipertensión descontrolada, como trastornos renales y cardiacos.