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Tumbando caña

Wes Madiko, el último griot

S

eguramente ya lo conocen o al menos lo han escuchado en algunos trabajos de Deep Forest o en la película El rey león II, donde su voz se deja escuchar en temas como In Youpendi. Su nombre es Wes Madiko, último griot de una tribu, los bantú, de Camerún, que se extingue.

El nombre de Wes Madiko significa las raíces de la tierra de los antepasados. Nació en Mouataba, un pueblo de agricultores a unos cientos de kilómetros de la ciudad de Douala, Camerún.

Poeta, músico, médico y profeta, Wes, quien fue iniciado en la música y la tradición bantú por su abuelo paterno, se ha convertido, por decisión de los viejos, en una suerte de depositario de la cultura milenaria de su gente, acumulando historias, mitos y tradiciones orales que le han servido para realizar un trabajo músico-poético mediante el que conecta a su comunidad con el mundo.

Madiko da mucho valor a la palabra unida a las notas musicales. Él cree fielmente en las propiedades terapéuticas de la música. Puede tener efectos terapéuticos. Cura a la gente que tiene enfermedades del alma. La música equilibra la mente, asegura.

Hay una tradición ancestral de sanación a través de la música en ciertas tribus africanas. Nosotros, los bantú, también lo hacemos. No puedes cantar simplemente una canción. Hay que interpretar su conflicto, y en ocasiones lloras desconsoladamente. No sabes la razón, sólo que has logrado una comunicación íntima con su espíritu.

Durante mucho tiempo su voz y arte musical eran sólo compartidas en el contexto tribal hasta que conoció a Michel Sánchez, el músico, compositor y líder del grupo Deep Forest quien le pidió que le enseñara esos cantos tradicionales, lo que despertó el interés de hacer juntos un experimento.

Las poéticas letras de Madiko fueron la base de Welenga, un disco con viejos aires africanos y un sonido contemporáneo que se situó en los primeros lugares de las listas de éxito francesas y obtuvo un Grammy.

Tal popularidad lo llevó a presentarse en Europa y Estados Unidos, así como ser invitado por la FIFA a componer el tema principal de la copa del mundo Francia 1998. Midiwa bôl (Amo el fútbol) fue el tema que se empleó en todas las transmisiones deportivas. Los fanáticos del fútbol todavía tienen en mente el video del clip con el gol de Pierre Njanka contra Austria. Siguiendo esa línea, compuso el tema Sela Sela para la Copa Africana de 2010.

Su fama creció y con ello la atención a su origen y su cultura. Gracias a él su pueblo, Motaba, y la tradición bafoun-bantou de Camerún fueron conocidos, apoyándose en un grupo de jóvenes narradores a quienes instruyó en la historia antigua de África y problemas actuales como la sobrepoblación de elefantes.

La muerte del padre y hermano mayor lo llevaron a meditar sobre la fragilidad de la existencia en los seres humanos, por lo que escribió en una canción tales reflexiones: Llega un momento en que hay un sentimiento de inutilidad que invade y amenaza con romperte, pero uno logra salir de él estando convencido de que siempre hay un motivo de vida en algún lugar.

Con esa filosofía de vida Wes continúa su labor altruista enseñando y ayudando a los niños de más bajos recursos. En la actualidad se ha unido a la Asociación Sawa para atender a menores de edad discapacitados en Camerún, proyecto en el que también participa el futbolista Samuel Eto'o.

La idea es construir una escuela y hospital que acoja a niños y jóvenes con diferentes minusvalías. Queremos que estos niños tengan una educación, que puedan formar parte de la sociedad y que el día de mañana sean autosuficientes.

Mientras espera que el proyecto sea una realidad, Wes sigue creando bellas canciones y compilando historias y tradiciones de su pueblo. Está empeñado en no dejar en el olvido toda la compleja tradición bantú.

No podemos dejar que el tiempo o la modernidad las borren. Tenemos la obligación de perpetuarlas, asegura entusiasmado.

Tras una breve alianza con el DJ alemán Robin Schulz, con quien relanzó su viejo tema Alane, en versión electrónica, Wes Madiko volvió a sus raíces musicales y unió fuerzas con el productor musical Paul Kwitek. Este proyecto es la creación de un álbum muy espiritual que será acompañado de un libro escrito por Wes, trabajos que se esperan con interés.

Discos recomendados en Amazon.com.music: Welenga, con Deep Forest; Saint George Record (1996); Sinami Sony/BMG (2000), y Melowe Not On (2010).