La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México señaló que el lento flujo en las ventas y la falta de apoyos para su financiamiento dificulta su transición a la nueva normalidad.

Destacó que una limitante para adaptarse a cambios, como la norma oficial NOM-051-SSA/SCFI12010, que obligará a incluir en los productos prenvasados el etiquetado frontal de advertencia a partir del primero de octubre.

Eduardo Daniel Contreras, titular del organismo empresarial, señaló que además, por tratarse de un proceso que requerirá de tiempo, tendrá que adaptarse el etiquetado de más de 800 mil productos.

Para ello se necesitará una inversión extraordinaria de más de 6 mil millones de pesos, en medio de un panorama en el que el sector ha perdido poco más de 112 mil millones de pesos a causa de la pandemia, y no existen herramientas de apoyo eficaces para que los negocios puedan implementar de manera óptima estos requerimientos.

Indicó que, en promedio, siete de cada 10 pequeños negocios están en riesgo de cierre y los esfuerzos del sector están enfocados a cumplir los protocolos de higiene para mantenerse abiertos y vivir al día.

Ante esta situación, pidió a las autoridades la suspensión temporal de seis meses para llevar a cabo una transición flexible y pautada en la cual no se impongan medidas regulatorias excesivas para el cumplimiento de la norma, y apoyo para facilitar la recuperación del sector.

La Canacope siempre ha estado en favor de cumplir la ley, pero reiteramos que estos criterios debilitan las posibilidades de recuperación para el sector y obligarían a miles de pequeñas empresas a tener que retirar productos o utilizar otros esquemas, como adheribles, los que, en el contexto económico actual, los va a llevar a la inminente quiebra del negocio y al desempleo.