Zacatecas, Zac., La pandemia de Covid-19 cobró dos vidas más entre trabajadores del sector salud del estado: el médico Óscar de Jesús Aguilar Aguilar, de 27 años de edad, y el paramédico y bombero Álvaro Alfredo Rivera Hernández, de 53.

Aguilar Aguilar –egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Zacatecas– era médico pasante en la unidad de medicina familiar de la clínica 52 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la cabecera municipal de Río Grande.

Los fines de semana laboraba como médico interno de pregrado en el hospital general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado en la capital. De acuerdo con sus compañeros, enfermó recientemente y murió la noche del sábado.

Por otra parte, la mañana de este domingo falleció Álvaro Rivera Hernández, quien desde hace 28 años trabajaba en la dirección de Protección Civil y Bomberos del estado.

El tragafuego, a quien sus compañeros llamaban Chilo, estaba internado en el tercer piso del Hospital General de Zona número uno del IMSS y su estado de salud se agravó porque, aunado al contagio de Covid-19, padecía dos enfermedades crónicas.

La mañana de ayer sus colegas bomberos y paramédicos le hicieron un homenaje en la base principal de Protección Civil y luego, en comitiva con carros cisterna y ambulancia, se trasladaron al hospital del IMSS donde murió, donde lo despidieron con sirenas abiertas y aplausos.

Trascendió que dos elementos más de esa corporación dieron positivo a Covid-19 y reciben atención médica en sus casas.

Asimismo, ayer se difundió que seis integrantes de la Policía Estatal Preventiva adscritos al punto de revisión carretero Unidad Regional de Seguridad Pública, en el municipio de Río Grande, han enfermado de Covid-19, pero sólo uno de ellos, el más grave, se encuentra hospitalizado.

En tanto, ayer autoridades eclesiásticas desacataron al gobierno de Zacatecas –que ordenó el cierre de las iglesias debido a que el semáforo de la pandemia se encuentra en rojo– en la cabecera municipal de Nochistlán, pues sacerdotes de la parroquia de San Francisco de Asís organizaron una procesión por varias calles de esa localidad, con la participación de cientos de personas.