Un desproporcionado aumento en las tasas de abandono y deserción escolar para el próximo ciclo es un riesgo latente dadas las condiciones económicas que se han agravado durante la pandemia de Covid-19, y por la incertidumbre en la seguridad sanitaria en el reinicio de las actividades, coincidieron docentes, académicos, y representantes de organizaciones sociales.

El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, aseguró que no habrá un abandono masivo a pesar de las condiciones de salud que enfrenta el país, provocadas por la pandemia, pero la dependencia reconoció que al menos 800 mil estudiantes que terminaron el tercero de secundaria no continuarán el tránsito a la educación media superior, cifra que regularmente se ha dado en los últimos años.

La dependencia pondrá en marcha el proyecto Alerta Temprana, que tiene el fin de detectar con antelación a los alumnos que estén en riesgo de abandonar sus estudios, informó el subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio Mújica.

Explicó que 2.3 millones de alumnos transitarán de sexto grado de primaria a primero de secundaria, mientras que poco más de 2 millones de niños de secundaria estarán en posibilidad de incorporarse a la educación media superior.

También en previsión a un posible aumento de estos fenómenos, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación pidió a las autoridades del sector que se trabaje para prevenir el abandono escolar, especialmente en los grupos en vulnerabilidad.

Las consecuencias económicas de la emergencia podrían obligar a las jefas o los jefes de familia a reconsiderar los costos financieros o de oportunidad asociados con la educación escolar de sus hijas, y resultar en que muchos no vuelvan a la escuela, se lee en el decálogo para la educación durante la emergencia sanitaria de dicha comisión, y en el mismo documento propone, entre otras cosas, identificar las zonas, las localidades y los grupos en donde exista un riesgo mayor.

Para Diana Leticia Pérez, del Comité de las Niñas, Niños y Adolescentes por sus Derechos, existen posibilidades de que aumenten las tasas de abandono y deserción escolar, en gran parte por la situación económica que podría hacer crisis si se continúa con las clases a distancia, pues la población sin recursos tecnológicos es numerosa en regiones en condiciones de marginación. Oaxaca, por ejemplo, concentra una de las mayores tasas de abandono y eficiencia terminal.