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Manifiestan impotencia y decepción

Se perdió el respeto a la policía de la ciudad, aseguran uniformados

Denuncian ser objeto de reclamos ciudadanos por no actuar contra vándalos // Y nuestros derechos, ¿quién los protege?, cuestionan

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▲ Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana durante la protesta realizada el viernes pasado por encapuchados en calles de Polanco.Foto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de junio de 2020, p. 29

El respeto a la policía en la Ciudad de México se perdió porque el uniformado está impedido para responder a cualquier agresión física o verbal, coincidieron elementos de las policías Auxiliar, de Tránsito y del agrupamiento femenil Atenea, quienes a menos de 24 horas de la marcha que realizaron personas encapuchadas, que causaron destrozos y cometieron saqueos y agresiones, expresaron sentir impotencia y decepción en el desempeño de sus funciones.

En un recorrido por el Centro Histórico, los uniformados, quienes pidieron el anonimato para evitar represalias de sus mandos, mencionaron que la mañana de ayer algunos transeúntes, en diferentes momentos, les reprocharon: Que no servimos para nada, que somos flojos, que si el arma (que traemos) es de juguete, que por qué no la usamos...

Un elemento de la Policía Auxiliar expresó estar decepcionado de las indicaciones superiores al manifestar que “es un estrés todos los días, hasta los extranjeros nos reclaman. Uno, creo que era de España, me reprochó: ‘eso en mi país no pasa’. Otro me dijo que sus hijos vivían en Argentina, que quería traerlos de paseo, pero que al ver lo de ayer ya no pensaba hacerlo.

Personas de la tercera edad y jóvenes, todos nos agreden y no podemos decir nada, porque nosotros no tenemos derechos. El discapacitado también agrede, expuso, al recordar que un hombre en silla de ruedas no atendió la indicación de que el acceso peatonal a la calle Madero está cerrado si no se va a realizar la compra de algún producto esencial.

Me dijo: A ver, hazme algo. Me insultó y luego sacó el celular y me grabó, apuntó el uniformado. Relató que hace más de una década la oportunidad para convertirse en policía era difícil de lograr, pero ahora hasta te dicen los jefes que consigas a quien quiera entrar a la corporación.

En tanto, los elementos de Tránsito consultados dijeron que los insultos que reciben son proferidos todos los días. Nos gritan puercos y corruptos porque algunos de sus compañeros continúan con la práctica de la mordida, y por eso desde ayer utilizan en el antebrazo distintivos de colores azul, naranja, rosa y morado, según sea la zona asignada.

Uno de los uniformados señaló que en redes hay videos en los que se ve a la jefa de Gobierno marchar por calles de la ciudad; a lo mejor por eso no quiere que hagamos nada, pero es diferente, éstos vienen a golpearnos, a agredir.

Mientras las mujeres del agrupamiento Atenea se quejaron de que las envían por delante en las protestas de las feministas, a quienes no se les deben violar sus derechos humanos, por lo que cuestionaron: ¿Y los derechos de nosotras, quién los cuida?

Una de las oficiales, con 21 años de antigüedad, reprochó: También tenemos hijos y familia. Ahí están los compañeros a los que les pusieron el dedo en el Reclusorio Sur, al insistir en que para las autoridades capitalinas no existen sus derechos.

No podemos hacer nada por órdenes de la jefa de Gobierno. A la jovencita que armó todo el relajo (el viernes en la Casa Jalisco, en Polanco) la protegió el gobierno, pero mandó a sus policías a la cárcel. Digan qué garantías tenemos, ninguna. Aparte, la muchacha dice que no los identifica bien, y es que la verdad, con todo el equipo ni nos identifican, indicó la uniformada.

Su compañera ironizó al decir que cómo no van a ser la alegría de la corporación, como les dice el jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, si en todas las marchas vamos por delante; por eso le digo a mi hijo que estudie, para que no sea policía.