El Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) dio a conocer los ajustes a su presupuesto anual 2020 por un monto de 110 millones de pesos, los cuales pasarán a formar parte de la reserva del gobierno federal para la atención de la emergencia sanitaria por el Covid-19, cuyo monto será prorrateado entre septiembre y noviembre de este año.

En sesión virtual citada de manera urgente por parte de dicho órgano, se informó que el monto original solicitado por el gobierno federal era de 750 millones de pesos, es decir, casi 10 por ciento del presupuesto total de la UAM para este año.

Sin embargo, luego de una negociación con funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la que los académicos explicaron las necesidades y proyectos imprescindibles que tiene esta casa de estudios, la cantidad quedó en 110 millones de pesos.

Desde el comienzo de la sesión un grupo de colegiados, representantes de académicos, estudiantes y trabajadores criticaron a la Rectoría General la falta de información a la comunidad, pues la notificación del gobierno federal para aplicar esta reserva se hizo desde el 22 de abril, y el monto definitivo de la reserva se dio a conocer apenas un día después, es decir, hace más de un mes lo sabían y hasta ahora se cita a una sesión urgente.

Óscar Comas, coordinador general de Información Institucional de la UAM, señaló que con este ajuste presupuestal no serán afectados los rubros de servicios personales y remuneraciones a los trabajadores, que ya están pactados en el contrato colectivo.

Explicó que en términos técnicos no se trata de un recorte al presupuesto de la UAM, pues la reserva se aplica como una medida de contingencia sobre el subsidio federal que, efectivamente, ya fue aprobado este año, pero que estaba programado para entregarse a lo largo de 2020.

De esta forma, el gobierno federal dejará de entregar los 110 millones de pesos entre septiembre y noviembre, sin ninguna modificación en el subsidio en lo que resta del año.

Comas precisó que esta reserva podría no utilizarse, pues dependerá de cómo se desarrolle la situación sobre la pandemia, porque en el mejor de los casos, si van bien las cosas, el dinero regresaría a la universidad.

Por su parte, el rector general, Eduardo Peñalosa Castro, explicó que este ajuste presupuestario será distribuido de manera proporcional entre los recursos ya programados para la Rectoría General y las cinco unidades académicas, principalmente en las áreas de materiales y suministros para planteles educativos, mantenimiento y conservación de inmuebles, así como el dinero no ejercido durante la pandemia o por actos suspendidos temporalmente o hasta el próximo año.